Como hemos visto en infinidad de ocasiones, el verano suele ser un momento de relax en todos los sentidos, incluido el cuidado de la dieta. Por ello en esta ocasión queremos hacer un repaso por la mayoría de bolsas de la playa que nos llevamos en verano, y de los aperitivos que solemos llevar en ella y de algunos de los mejores para calmar el hambre y la sed de la manera más saludable posible sin dejar de lado el disfrute.
Si nos paramos a analizar la bolsa o la nevera de los miles de personas que acudimos a la playa en esta época del año podemos ver que lo que predomina son los snacks fritos y salados de diferente procedencia, ya que las patatas fritas suelen ser la estrella, pero también aparecen en escena las verduras fritas, las palomitas de maíz industriales, los refrescos azucarados… Sea cual sea, a nuestro alcance tenemos otros aperitivos igual de ricos y mucho más saludables.
Las patatas fritas, un error
La patatas fritas suelen ser la estrella en nuestras jornadas playeras. Las hay de todos los tipos y sabores, y por ello es necesario que tengamos en cuenta que la patata en sí mismo es un alimento con infinidad de nutrientes y una fuente energética importante en la dieta, pero en este caso la consumimos frita en aceites utilizados una y otra vez de manera industrial, por lo que el aporte graso es elevado, además de la cantidad de toxinas que nos brindará. Si a esto le sumamos los potenciadores del sabor, los aromas y demás, las convierte en un alimento nada recomendado para mantener una dieta sana.
Palomitas industriales versus caseras
Con las palomitas industriales suele pasar lo mismo, y es que normalmente están elaboradas con aceites de dudosa procedencia o con mantequilla, e incluso margarina, además de ser un alimento al que se le suele añadir mucha sal para potenciar el sabor. Todo esto no es nada recomendable para nuestra salud, por lo que tampoco es una buena opción, a pesar de que las palomitas no son uno de los peores aperitivos, siempre y cuando las preparemos nosotros mismos con aceite de oliva y apenas utilicemos sal en su elaboración. Esta puede ser una alternativa para llevarnos a la playa en estos días.
Refrescos en la playa
Las bebidas refrescantes suelen ser otro de los errores más cometidos. En la playa es cierto que el cuerpo nos pide beber algo fresco para paliar el calor, y la respuesta suelen ser los refrescos, pero casi todos llevan cantidades ingentes de azúcares. Por ello es mejor prescindir de ellos y optar por el agua fresca o por zumos naturales de frutas, que nos ayudarán a hidratarnos a la vez que nutrimos nuestro cuerpo de vitaminas y minerales necesarios para reponer la pérdida de líquidos y electrolitos por el sudor.
Fruta y vegetales como la mejor alternativa
La fruta puede ser una buena alternativa, sobre todo frutas con bajo aporte de glucosa como la sandía, que además nos aportará altas cantidades de líquido que nos ayudará a mantenernos hidratados en la playa. Junto esto podemos echar mano de vegetales como los pepinos o las zanahorias que podemos llevar aderezados con vinagre, que además nos servirán para hacer que la piel esté en perfectas condiciones de cara a la exposición solar.
No olvidarnos de los frutos secos en la playa
** Los frutos secos al natural**, es decir, sin freír y sin cobertura de caramelo son otra buena alternativa para matar el hambre mientras disfrutamos de la playa. Eso sí, es mejor decantarnos por opciones menos calóricas como las nueces o las almendras. Desde luego que no debemos abusar de ellos, pues en exceso pueden tener el efecto contrario al que buscamos, pues no hay que olvidar que los frutos secos son muy beneficiosos pero en su justa medida, pues podemos caer en la ingesta de un exceso de grasa y calorías innecesarias.
Imagen | Jacob