A lo largo de la historia han surgido diferentes inventos que han cambiado nuestra forma de vivir y relacionarnos. La rueda o el fuego son hitos que han llevado a la humanidad a lo que hoy es, ya que cambiaron el curso de la historia. La bombilla y la penicilina son descubrimientos más recientes que también dieron un giro bestial a lo que veníamos haciendo previamente a ellos. Estamos viviendo en el presente otro de los momentos que pueden determinar un antes y un después a la hora de buscar y obtener información en la web.
ChatGPT: el presente del futuro
Hubo una vida sin internet, y otra después de él. La puerta que se abrió con esta conexión a nivel mundial ha ido generando móviles inteligentes y la última gran revolución: ChatGPT. ¿Puede ser ChatGPT el nuevo precursor de la forma en que buscamos y generamos información?
ChatGPT es una de las herramientas más disruptivas que utilizan la inteligencia artificial para obtener información. Con muchos matices, podríamos decir que ChatGPT es una versión muy actualizada, y con gran diferencia, a lo que utilizamos cada día en su lugar: Google.
Cuando queremos una rutina para entrenar los brazos, acudimos a Google u otro buscador. Después de introducir la búsqueda, obtenemos una lista casi infinita de resultados en la que se nos muestran diferentes opciones. ChatGPT sintetiza toda la información y da esa rutina que hemos buscado en apenas unos segundos.
"Puede ocasionar información incorrecta"
Al entrar a la página de inicio de ChatGPT podemos ver algunos ejemplos, habilidades y limitaciones de esta inteligencia artificial. Una de sus limitaciones es que puede generar información incorrecta ya que se alimenta de la información que hay en internet.
Cualquier persona puede escribir artículos y publicaciones sin un filtro que evalúe si esa información es cierta o no. Así es como se han creado los mitos desde que la información viaja de persona a persona, o actualmente de móvil a móvil.
Si estadísticamente hay mucha más información incorrecta sobre entrenamiento en internet que la que ha sido contrastada científicamente, ChatGPT tiene mucha más probabilidad de equivocarse en esta rama que de acertar. Eso hace que esta herramienta, al menos actualmente, no sea adecuada para buscar información sobre ejercicio físico.
ChatGPT: alimentador de mitos
Los divulgadores de entrenamiento, nutrición y salud luchamos cada día para desmentir mitos a nuestros lectores. En el entrenamiento hay errores que se repiten una y otra vez, y que pasan de un usuario del gimnasio a otro. Estos son algunos ejemplos en los que ChatGPT fomenta la distribución de mitos de entrenamiento.
División de grupos musculares a la semana para ganar masa muscular
"Hazme una rutina de cinco días de entrenamiento en el gimnasio para ganar masa muscular entrenando una hora cada día". Esa es la indicación que le damos a ChatGPT. Después de unos segundos tenemos nuestro programa listo para entrenar (mal).
ChatGPT hace una división de uno o dos grupos musculares por día para entrenar cada músculo una vez por semana. La evidencia científica muestra que debemos entrenar cada grupo muscular dos veces a la semana o más si queremos maximizar las ganancias de masa muscular. Además, el volumen y los ejercicios distan mucho de ser lo óptimo a la hora de entrenar para ganar masa muscular.
"¿Con cuántos años puedo entrenar fuerza en el gimnasio?"
Uno de los mitos más extendidos es que los niños no deben entrenar fuerza, pero es solamente eso, un mito. ChatGPT responde a esa pregunta diciendo que a partir de los 14 o 15 años es la edad adecuada en la que los expertos recomiendan entrenar fuerza.
Sin embargo, la fuerza es recomendable que se entrene desde mucho antes, siempre entendiendo la fuerza como un juego y haciendo trabajos con el peso corporal en primer lugar.
GhatGPT es una herramienta bestial, pero hay que conocer su principal limitación
Podríamos seguir utilizando de forma indefinida ChatGPT para encontrar errores en la información obtenida, en relación con el entrenamiento. El objetivo de este artículo no es más que el de comprender que la búsqueda de información en internet en fuentes no contrastadas suele acarrear errores.
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