De los beneficios de dejar de fumar nos hemos hecho eco en infinidad de ocasiones, y por ello en este post no vamos a detenernos de nuevo, sino que lo que vamos a hacer va a ser ver una preocupación que muchas personas que dejan de fumar tienen, y es el aumento de peso. Esto no tiene por qué ser así si nos cuidamos y evitamos pasarnos con los alimentos que nos llevamos a la boca, por ello lo que vamos a promover es una alimentación sana, equilibrada y rica en antioxidantes para afrontar así la crisis derivada de dejar el tabaco.
Como hemos visto en infinidad de ocasiones, el hecho de dejar el tabaco tiene una gran parte de psicológico, ya que el cigarro se acaba convirtiendo en una costumbre, y el hecho de no tener un cigarro en la mano nos genera ansiedad, algo que nos incita a comer más y más. Por ello vamos a ver algunos puntos a tener en cuenta para que la ansiedad no pueda con nosotros y no nos incite a comer cada vez más y a aumentar de peso solamente por dejar de fumar.
La dieta adecuada
Ante todo es necesario que sigamos una dieta equilibrada que nos ayude a evitar tentaciones. Junto a esto es importante seguir una dieta fraccionada en la que realicemos cinco o seis comidas ligeras, de modo que seamos capaces de vencer la tentación de picar entre horas. Esta es la mejor manera de controlar las ganas de comer que la ansiedad nos suele dar. Además, realizando este número de comidas conseguiremos mantener el peso y evitar digestiones pesadas.
Incluir a nuestra dieta altas cantidades de fibra es esencial para depurar el organismo. La fibra y los productos diuréticos nos ayudarán cuanto antes a expulsar toxinas generadas por el tabaco, y así devolver a nuestro cuerpo su estado habitual. Además, la fibra es necesaria, ya que muchas veces al dejar de fumar aparece el estreñimiento con el consiguiente hinchazón que provoca en nuestro aparato digestivo.
La fibra es el componente de muchos alimentos saciantes que debemos consumir en cantidades elevadas. Alimentos que nos ayuden a llenar el estómago y que eviten la absorción de muchas calorías, ya que tienen unos valores bajaos en lo que a calorías se refiere.
Los antioxidantes y su poder
El consumo de antioxidantes es esencial, ya que durante años hemos expuesto al organismo a sustancias como la nicotina y otras que libera el tabaco que atacan nuestras células. Por ello es necesario que durante ese periodo las hayamos protegido con una alta ingesta de antioxidantes. Pero una vez hayamos dejado de fumar es importante depurar el organismo, y qué mejor manera que reforzando nuestro cuerpo con antioxidantes que nos ayudarán a depurar. Los podemos encontrar en la fruta y verduras, dos alimentos que deben estar muy presentes en la dieta de un ex fumador.
También es recomendable el consumo de sustancias excitantes inofensivas que nos ayuden a suplantar los efectos de la nicotina y a la vez nos ayuden a mejorar la salud. Podemos optar por infusiones como el té verde suave, el té rojo suave, el rooibos... Todas ellas nos paliarán los efectos de la necesidad de llevarnos el tabaco a la boca. No es recomendable el café, ya que sus efectos pueden ser parecidos a los del tabaco y puede acelerar la recaída.
Imagen | Brittany Greene