Todos fantaseamos con tener más dinero para "tener", pero nos olvidamos que es el "ser" lo que realmente afectará a la felicidad en relación con el dinero. Si nos cuesta llegar a final de mes y vivimos estresados por pagar las facturas o vamos con la calculadora al supermercado, tendremos claro que el dinero sí da la felicidad, y es cierto. Uno de los mayores divulgadores sobre negocios y felicidad nos explica si el dinero es necesario y qué es lo que realmente afecta a la felicidad.
El dinero no da la felicidad, ¿o sí?
Sobre el dinero y la felicidad hay mucho escrito, pero nada claro. Para unos dinero y felicidad van de la mano, otras personas no crean que no se afectan entre ellos. Arthur C. Brooks es uno de los grandes expertos en felicidad, divulgando sobre felicidad y liderazgo en Harvard Business School.
Además, es escritor de varios libros muy vendidos a nivel mundial y divulgador sobre aspectos de negocios y de felicidad. De vídeos como esta entrevista reciente para The Street y de libros como "La madurez inteligente: Cómo alcanzar el éxito, la felicidad y un propósito profundo en la segunda mitad de la vida" podemos extraer ideas que respondan a la eterna duda que siempre nos invade: "¿da el dinero la felicidad?"
El profesor de Harvard es realista y explica que claramente el dinero es necesario. Aquellas que personas que dicen que el dinero no importa es porque tienen dinero suficiente para que el dinero no suponga un problema. Sin embargo, si no llegamos a fin de mes y tenemos que hacer la compra, pero no dinero, nos damos cuenta que el dinero es necesario.
Es a partir de ese punto en el que el dinero comienza a no ser tan importante, pero siempre será necesario para cubrir las necesidades básicas. El problema aparece cuando no podemos comprar ropa cuando la necesitamos o tenemos que hacer encaje de bolillos para comer carne una semana y pescado la siguiente, o a veces ni eso.
Brooks señala que es la asociación entre dinero y éxito lo que hace que creamos que dinero y felicidad van de la mano. Una casa más grande, un coche más caro o un reloj de marca pueden parecer que nos harán más felices porque "tenemos más éxito", pero la realidad que señala el estadounidense es que no es el dinero sino lo que hacemos para ganarlo o gastarlo lo que da la felicidad.
Una casa más grande puede hacernos creer que seremos más felices, pero no lo parecerá tanto si para comprarla tenemos que trabajar horas extras, tiempo que no vemos crecer a nuestros hijos. Las experiencias con las personas que amas, apoyar a causas sociales o alejarte del estrés es lo que da la felicidad, no el dinero (siempre que las necesidades básicas estén cubiertas).
El dinero no da la felicidad, pero la falta de dinero sí puede quitarla
Varias investigaciones han buscado poner un umbral a partir del cual se puede afirmar a ciencia cierta que el dinero no da la felicidad. Algunos autores lo han situado en 75.000 dólares anuales y otros en 95.000 dólares al año. Estos datos se corresponden con valores en Estados Unidos, por lo que no se pueden extrapolar a España u otros países.
Más allá de un valor genérico, la idea es que hay un umbral por encima del cuál más dinero no da más felicidad. Esa cantidad de dinero dependerá de los gastos que tengamos, haciendo válida la famosa frase que dice que "no es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita".
Si pensamos que la utilidad de un coche de 20.000 euros es la misma que uno de 200.000 euros, llevarnos de un lado a otro, seremos igual de felices con el más barato. De hecho, controlar los gastos nos hará más felices, sin obsesionarnos, porque evitará estrés al ir más ajustados por haber aumentado los gastos.
Por lo tanto, la principal idea del profesor de Harvard es que el dinero es necesario hasta cubrir las necesidades básicas, siendo también básico tener experiencias como viajar, salir a cenar o ir al parque de atracciones. Cuando tenemos suficiente para esa vida feliz, más dinero no dará un extra de felicidad significativo. Será lo que nosotros sintamos en la relación con el dinero lo que nos dará felicidad y nos liberará o los que nos atará a él y nos hará dependientes.
Referencias
Kahneman, D., & Deaton, A. (2010). High income improves evaluation of life but not emotional well-being. Proceedings Of The National Academy Of Sciences Of The United States Of America, 107(38), 16489-16493. https://doi.org/10.1073/pnas.1011492107
Jebb, A.T., Tay, L., Diener, E. et al. Happiness, income satiation and turning points around the world. Nat Hum Behav 2, 33–38 (2018). https://doi.org/10.1038/s41562-017-0277-0
En Vitónica | Cinco sencillos hábitos que nos acercan a la felicidad, según National Geographic
Imágenes | Giorgio Trovato (Unsplash), Xavier Mouton Photographie (Unsplash), Josh Felise (Unsplash)
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