La siesta es una costumbre que la mayoría de nosotros está perdiendo debido al ritmo de vida que seguimos actualmente en el que no queda tiempo para descansar un rato después de la comida. Muchos la consideran una pérdida de tiempo, pero existen demasiadas evidencias que la convierten en un aliado para nuestra salud.
A todos nos viene bien un descanso a la mitad de la jornada, ya que son muchas horas las que pasamos despiertos, y el organismo termina cansado de tantas horas de actividad. Esto hace que determinados órganos se desgasten sobremanera, como sucede con el corazón. La siesta puede ser una buena solución para prevenir un deterioro excesivo de esta parte de nuestro cuerpo que tan importante es para poder vivir.
De siempre se ha insistido en la necesidad de descansar entorno a media hora después de la comida. Este tiempo es suficiente para cargar las pilas y conseguir aguantar con fuerzas hasta el final de la jornada. Siempre se ha visto la siesta como un complemento a las horas de sueño que llevamos a cabo por la noche, pero puede ser algo más, ya que es un rebulsivo para nuestro sistema cardiovascular, pues nos ayudará a mejorar el estado de nuestro corazón.
El corazón es un órgano que está activo las veinticuatro horas del día, ya que el riego de sangre del organismo debe ser constante, pero es cierto que durante las horas del sueño su ritmo disminuye. En este momento es cuando descansa de la actividad diaria y se repone para hacer frente a otra jornada. Por este motivo la falta de sueño puede ser un motivo de maltrator este órgano necesario para la vida. Por este motivo debemos respetar sus horas de descanso, y la siesta es una de ellas a la mitad del día.
Respetar la hora de la siesta es importante para conseguir una mayor relajación del organismo. Al dormirnos nuestro ritmo orgánico disminuye y con él la actividad cardiaca. Este hecho hace que el corazón se relaje, y no solamente este órgano, sino que todo nuestro organismo acaba experimentando una sensación de tranquilidad que repercutirá directamente en nuestro estado de ánimo. Está demostrado que las personas que descansan después de comer tienen una mayor tranquilidad y viven menores situaciones de estrés que el resto de personas.
No debemos olvidar que el estrés es una importante causa de enfermedades cardiacas, por lo que evitarlo en la medida de lo posible es una buena prevención para acabar con estas dolencias. Por este motivo la siesta representa una importante vía de escape a las tensiones sufridas a lo largo de la jornada, ya que nos ayudará a mantenernos relajados y nos va a predisponer a volver a afrontar el resto de la jornada con un ánimo mejor.
La siesta es especialmente recomendable para las personas que desarrollan trabajos activos en los que la actividad física es alta. Lo mismo sucede con los deportistas o con las personas que llevan un ritmo de vida ajetreado. En el caso de los individuos más sedentarios no es muy recomendable la siesta, ya que puede ser un motivo de aumento de peso, pues se lleva a cabo después de comer y el metabolismo se relaja más.
En Vitonica | El perfecto descanso después del entrenamiento En Vitonica | 8 estrategias para reducir el estrés
Ver 1 comentarios