Los edulcorantes artificiales llevan tiempo en el punto de mira sobre su dudoso efecto sobre la salud. Con la llegada de los productos light y la lucha frente al azúcar estas sustancias se han posicionado como alternativas a ese azúcar refinado, dando un sabor endulzante, pero sin los efectos perjudiciales de dicho azúcar. Sin embargo, puede que no haya sido una buena idea el cambio ya que la evidencia científica los asocia continuamente con el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Edulcorantes artificiales y el riesgo de enfermedades cardiovasculares
Esta semana se publicaban en la prestigiosa revista The British Medical Journal (The BMJ) los hallazgos del último estudio sobre edulcorantes artificiales y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Su conclusión sugiere que hay una posible asociación directa entre un mayor consumo de edulcorantes artificiales y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Dichos edulcorantes artificiales están presentes en miles de marcas de alimentos y bebidas de todo el mundo.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la Organización Mundial de la Salud y otras agencias de este ámbito siguen reevaluando si estas sustancias son seguras o deberían limitarse o prohibirse. El problema llega cuando miles de productos de la industria alimentaria dependen de esta decisión.
Ni azúcares añadidos ni varios edulcorantes artificiales
Los efectos nocivos del abuso de azúcares añadidos están ampliamente estudiados y ya han sido considerados por varias autoridades sanitarias como factores de riesgo para diversas alteraciones metabólicas y cardiovasculares.
Ejemplo de ello es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud que recomienda limitar el consumo de azúcares añadidos al 5% de la ingesta diaria de energía. Para reducir el consumo de dichos azúcares llevan tiempo investigando diferentes edulcorantes artificiales aporten el sabor dulce a los productos.
¿Ha sido peor el remedio que la enfermedad?
A raíz de estas invenciones un gran número de marcas introdujeron aditivos alimentarios a sus productos, especialmente a alimentos ultraprocesados, bebidas que antes eran azucaradas, pero ahora se comercializan sin azúcar y a una larga lista de productos bajos en calorías o sin azúcares añadidos.
Varias líneas de investigación han observado que el consumo de productos con estos edulcorantes artificiales aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión, accidentes cerebrovasculares y eventos cardiovasculares.
Sin embargo, aunque la tendencia cada vez apunta más en esa dirección, se necesitan más estudios para que el nivel de evidencia sea alto a la hora de asociar edulcorantes artificiales y riesgo cardiovascular. Es probable que en no mucho tiempo dicho nivel de evidencia cambie.
Aspartamo, acesulfamo de potasio y sucralosa los más señalados
Como en cualquier aspecto de la vida hay muy malos, malos y regulares. La última investigación señala especialmente a tres edulcorantes arficiales: aspartamo, acesulfamo de potasio y sucralosa. Por tanto, mejor evitarlos, como proponen los autores de la investigación en el siguiente fragmento:
Nuestros resultados indican que estos aditivos alimentarios, consumidos diariamente por millones de personas y presentes en miles de alimentos y bebidas, no deben considerarse una alternativa saludable y segura al azúcar, en línea con la posición actual de varias agencias de salud.
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