El embarazo es una de las etapas más bonitas de una madre, pero no está exenta de preocupaciones y riesgos por la propia salud y la del feto. Existen hábitos ampliamente conocidos por sus efectos nocivos como fumar o beber alcohol, pero hay veces que dejamos de lado la dieta y el ejercicio físico. ¿Cómo afecta seguir una dieta saludable como la mediterránea a la salud de la madre durante el embarazo y después del mismo? La ciencia tiene la respuesta.
Relación entre la dieta mediterránea y las complicaciones durante el embarazo
El embarazo es una fase que conlleva algunos riesgos para la mujer y para el bebé. Hay factores asociados a la morbilidad materna que están dentro de los posibles resultados adversos del embarazo: diabetes gestacional, hipertensión gestacional, preeclampsia y parto prematuro, entre otros.
Aspectos como la dieta y otros hábitos del estilo de vida durante el embarazo pueden aumentar o disminuir el riesgo de desarrollo de algunas de las alteraciones anteriores, lo que puede afectar a la salud futura de la madre.
Una investigación recién publicada en la prestigiosa revista JAMA planteó la hipótesis de que la dieta mediterránea durante el embarazo se asocia con una disminución de los comentados resultados adversos del embarazo. Vamos a ver a continuación algunos de sus hallazgos.
Dieta mediterránea
Las principales características de la dieta mediterránea son: alto consumo de alimentos de origen vegetal, como verduras, legumbres, frutas, frutos secos y grasas monoinsaturadas, junto con un bajo consumo de grasas saturadas y carnes procesadas.
Esos patrones dietéticos caracterizados por una mayor ingesta de alimentos de origen vegetal y pescado y una menor ingesta de carne roja y procesada están asociados con: disminución de la adiposidad; perfiles glucémicos favorables; menor presión arterial sistólica y diastólica, inflamación y resistencia a la insulina; y una mejor función endotelial.
Más dieta mediterránea, menos resultados adversos del embarazo
La dieta mediterr´´anea ofrece un escenario favorable durante toda la vida, también durante el embarazo. Un estudio estadounidense evaluó la asociación entre la dieta mediterránea y el riesgo de cualquier de resultados adversos del embarazo en 1887 mujeres embarazadas.
Su conclusión era clara: cuanto más se seguía el patrón de la dieta mediterránea durante el embarazo, menor riesgo de resultados adversos como la diabetes gestacional, la preeclampsia y el parto prematuro, entre otros posibles.
Dieta mediterránea durante el embarazo y diabetes gestacional
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que puede aparecer con el embarazo, aunque nunca antes se haya padecido diabetes. Es una de las complicaciones más comunes durante el embarazo y tiene efectos adversos tanto a corto como a largo plazo sobre la salud de las madres y los fetos
Si aparece, lo hace por lo general hacia mitad del embarazo, por lo que los médicos suelen realizar estudios entre las semanas 24 y 28. Una alimentación saludable como la dieta mediterránea y el ejercicio físico disminuyen ostensiblemente la aparición de la diabetes gestacional.
Dicha diabetes gestacional puede acarrear algunos problemas como que el bebé se "sobrealimente" y crezca demasiado, lo que puede desembocar en la necesidad de una cesárea, lo que implica una intervención más agresiva que requiere una mayor recuperación.
La dieta mediterránea llena de verduras, frutas, legumbres, pescado y cereales integrales, además de una menor ingesta de carne roja y procesada se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Esa es una de las conclusiones de la investigación de JAMA citada anteriormente.
Esa menor incidencia de diabetes gestacional evita los problemas asociados. En un estudio español de 874 mujeres embarazadas obtuvieron un 25 % menos de riesgo de desarrollar diabetes gestacional en el grupo que seguía la dieta mediterránea, en comparación con el grupo de control.
Dieta mediterránea durante el embarazo y preeclampsia
La preeclampsia es otra de las complicaciones que puede suceder en el embarazo. Sus características son la presión arterial elevada y una posible afección en el hígado u otros órganos que se visualiza con un exceso de proteína en la orina u otros síntomas.
Es multifactorial y depende de la formación de vasos sanguíneos que suministran oxígeno y nutrientes a la placenta y al feto. Si hay algún tipo de problema en este apartado la madre puede ver como aumenta su presión arterial.
La dieta mediterránea disminuye el riesgo de preeclampsia, así como de sus posibles complicaciones. Una de ellas es que, si el feto no recibe suficiente nutrientes puede crecer más lentamente o puede producir un nacimiento prematuro. Por lo tanto, seguir los patrones dietéticos mediterráneos reducirían también el riesgo de tener un bebé con bajo peso o de forma prematura.
En Vitónica | De vuelta a la dieta mediterránea: todas las claves para practicarla de forma saludable y alejarnos de su occidentalización
Imágenes | Unsplash, iStock