A estas alturas del partido, todos conocemos más o menos la fama que han adquirido la meditación y el mindfulness en los últimos años. Y no solo eso, sino que sabemos que, efectivamente, estas prácticas tienen una serie de beneficios respaldados por la ciencia que pueden hacer una diferencia importante en nuestra salud y nuestro bienestar. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, o al menos eso es lo que aseguran Jared Lindahl y Willoughby Britton.
El año pasado, Lindahl - profesor visitante de religión en la Universidad de Brown - y Britton - psicólogo y profesor asociado de psiquiatría también en Brown - llevaron a cabo un estudio cualitativo sobre los posibles efectos secundarios de la meditación. Y es que, según ellos indican, algunas personas sufren ciertos efectos negativos al realizar meditación y es necesario hablar de ellos tanto como de los positivos.
El lado positivo y los beneficios de la meditación
Los defensores de la meditación aseguran que hay muchos más beneficios, pero los confirmados por la ciencia no son tantos. En cualquier caso, resultan interesantes y debemos tenerlos en cuenta.
Para empezar, reduce los niveles de ansiedad y estrés en quienes lo practican. Además de esto, parece ayudar a mejorar la salud mental en personas enfermas de cáncer y pacientes de otras enfermedades crónicas.
Otra de sus ventajas es que parece reducir la respuesta de ansiedad y depresión en personas que han padecido algún tipo de cáncer. Pero no solo eso, sino que en deportistas también puede tener ventajas, ayudándoles a sentirse motivados para entrenar de una manera más regular y encontrar mayor satisfacción en sus entrenamientos y logros.
Independientemente de que no todos los beneficios que algunos le atribuyen estén confirmados por la ciencia, la realidad es que los que sí lo están son interesantes y pueden ser un incentivo para comenzar a realizar algún tipo de meditación. Sin embargo, ¿qué pasa si no todo son ventajas? ¿tiene algún tipo de efecto secundario? Y, de ser así, ¿cuáles son?
Los posibles efectos secundarios de la meditación
Algunas personas pueden tener latentes algunos trastornos como la depresión o la ansiedad y estas pueden no manifestarse nunca o que ocurra algo que las detone y empiecen a mostrar sus síntomas. Según algunos expertos, la meditación o el mindufulness no podrían causar depresión o ansiedad, pero sí podrían provocar que estos trastornos - de estar latentes - acaben manifestándose.
Jared Lindahl y Willoughby Britton habían observado algunas de estos efectos secundarios y decidieron llevar a cabo un estudio de manera conjunta. Para ello, entrevistaron a 60 practicantes de meditación budista entre los que se encontraban desde novatos hasta profesores de meditación. Una de las condiciones para que entraran en la investigación era que no hubieran tenido muestras de algún trastorno antes de comenzar con la meditación.
Durante dicha investigación encontraron hasta 59 diferentes experiencias indeseadas o inesperadas que los practicantes de la meditación habían padecido.Entre estas experiencias se encontraban la ansiedad, sentimentos de miedo, insomnio, hipersensibilidad a la luz o el sonido, nauseas, distorsión del sentido del tiempo, irritabilidad, alucinaciones, etc.
Los autores dividieron estas 59 vivencias en siete diferentes grupos, en base a su manifestación: cognitivas, perceptivas, afectivas, somáticas, conativas, sociales y sentido de identidad. Cada una de estas categorías se habían mostrado de manera bastante consistente entre los participantes del estudio.
Esto no quería decir que quienes experimentaban estas sensaciones las percibieran necesariamente como algo negativo o malo y, además, la muestra que utilizaban para la investigación es muy pequeña y no representativa por lo que es difícil extrapolar resultados a la población general.
En general, no parece necesario que salte la alarme pero si existen efectos secundarios o perjudiciales asociados a la practica de la meditación, deben tenerse en cuenta para seguir investigándolos y poder ofrecer la información adecuada a cada caso. Además, al iniciarnos en la meditación es necesario conocer que esto puede pasarnos, para estar preparados y ser capaz de pedir ayuda o guía si estamos experimentando alguno de estos efectos.
Este artículo fue originalmente publicado por Iria Reguera en agosto de 2018 y ha sido revisado para su republicación.
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