No solo la comida nos debe preocupar, sino que tenemos que estar atentos a lo que bebemos

No solo la comida nos debe preocupar, sino que tenemos que estar atentos a lo que bebemos
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Siempre nos estamos fijando en lo que comemos e intentando controlar al máximo lo que nos llevamos a la boca para evitar aumentar de peso, pero en la mayoría de ocasiones apenas reparamos en lo que bebemos, y es que la bebida también entra en nuestro cuerpo, y como tal debemos tener cuidado de las calorías que nos aporta lo que bebemos, ya que por norma general suelen ser vacías fomentando así el aumento de pero sin darnos cuenta. Por ello en esta ocasión vamos a repasar algunas de las bebidas que más pueden afectar a nuestra dieta.

La bebida, al igual que la comida, es asimilada por el organismo, es más, se asimila mucho antes al ingerirla líquida el organismo solamente la debe asimilar, por lo tanto lo que bebemos entra directamente en la sangre. Por ello es importante que cuidemos mucho lo que bebemos a la hora de refrescarnos, ya que no todos las bebidas serán útiles ni necesarias cuando lo que buscamos es conservar una buena salud y un peso ideal.

Un vistazo a…
AYUNO INTERMITENTE

En primer lugar vamos a destacar la importancia de comprobar que la bebida que nos vamos a llevar a la boca no contiene altas cantidades de azúcares que lo único que harán será transmitirnos calorías vacías que no nos nutrirán en absoluto. Un claro ejemplo de esto son los refrescos azucarados que nos brindan altas cantidades de calorías sin aportarnos nada más. Esto no es lo que queremos, ya que el efecto que tiene en nuestro cuerpo es subir los niveles de glucosa para acabar acumulándola en forma de grasa al no utilizarla para generar energía.

Las bebidas alcohólicas son otras de las que no debemos abusar, ya que también nos aportan altas cantidades de calorías vacías. Es cierto que no contienen azúcares como tal, sino que tienen alcohol que nuestro cuerpo convierte en acetato, consumiéndolo a la hora de generar energía, y evitando que echemos mano de las reservas de grasa que el organismo contiene. Por este motivo es necesario no abusar de este tipo de bebidas, a pesar de que también ponemos en riesgo órganos del cuerpo como el hígado y los riñones a los que hacemos trabajar más de la cuenta, pudiendo lastimarse con el paso del tiempo.

Otras bebidas como los zumos de frutas son muy valiosos y una buena opción a la hora de refrescarnos, ya que es cierto que contienen azúcares propios de la fruta, lo que se conoce como fructosa, pero además de esto tienen otra serie de beneficios como las vitaminas, los minerales y la fibra que nos aportan un valor añadido al organismo. Por este motivo, a pesar de ser una bebida calórica, los zumos nos servirán como alimento, ya que llenaran algunas de las necesidades básicas del organismo.

De todos modos el agua es la bebida que más nos puede ayudar en cualquier caso, ya que es la que más nos refresca y nos hidrata, además de no aportarnos ningún tipo de caloría. Pero no solamente eso, sino que dependiendo del tipo de agua nos brindará buenas dosis de minerales que nos ayudarán a mantener unos niveles de electrolitos adecuados para lograr una perfecta salud general.

Es importante que tengamos esto en cuenta y no nos dejemos seducir por bebidas dulces pensando que su efecto en el organismo será menor que el de un alimento dulce, ya que no es cierto, y estaremos dando a nuestro organismo una dosis elevada de calorías que no nos ayudará precisamente a tener una buena salud.

Imagen | The Vault DFW

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