Pasamos todo el año cuidándonos, yendo al gimnasio, vigilando nuestra alimentación e intentando evitar los excesos. Sin embargo, en algunos momentos del año, incluso aquellos más involucrados en cuidar su salud, flaquean un poco y sueltan un poco el control. En concreto, durante las vacaciones de verano y el mes de diciembre, todos tendemos a cuidarnos un poco menos.
Lo curioso del mes de diciembre es que, a pesar de que los días festivos son cuatro, más o menos, es casi todo el mes el que se ve afectado por este flaqueo en vez de únicamente esos días. Los motivos por los que esto ocurre son variados, pero es importante que los conozcamos y tengamos en cuenta en caso de que queramos ponerles remedio.
Necesidad de descansar
Una de las cosas que ocurre cuando intentamos mantener todo bajo un control estricto durante mucho tiempo es que, en algún momento, nuestra fuerza de voluntad se acaba. O, al menos, necesita un tiempo de descanso. Cuando llega diciembre empezamos a tener muchos más estímulos poco saludables a nuestro alrededor de lo habitual y existe cierta aceptación cultural en lo que a cuidarse menos y comer más se refiere.
Así que, no es de extrañar que este mes sea más fácil que, al final, nuestra fuerza de voluntad ceda y se tome un descanso. Para evitar que esto ocurra, es recomendable que durante el resto del año no mantengamos un control excesivamente estricto y restrictivo. Lo ideal es que adoptemos una dieta que no sea restrictiva, que nos resulte sencillo crear una adherencia a ella y mantenerla todo el año. Y que, de vez en cuando, nos permitamos un capricho sin castigarnos en exceso por ello.
Ya volveremos a cuidarnos en enero
Uno de los propósitos de Año Nuevo que más habitualmente encontramos es el de empezar a cuidarnos - cuidarnos entendido como hacer deporte y comer mejor -. Pero no solo el de empezar, sino también el de volver.
Está perspectiva de que, haya pasado lo que haya pasado anteriormente, en enero volveremos renovados a entrenar y comer de manera saludable nos hace sentir que tenemos cierta cancha libre para cuidarnos menos en diciembre. "No pasa nada, el mes que viene vuelvo más fuerte". La realidad es que, efectivamente, no pasa nada por excedernos un poco más durante algunos días, pero debemos tener en cuenta que cuanto más nos salgamos del camino en diciembre, más nos costará retomar la costumbre en enero.
Por ello, si queremos evitarlo, es interesante que hagamos un balance de lo que hemos conseguido hasta ahora y lo que nos ha costado. También es importante recordar que podemos disfrutar durante los días festivos, comiendo de todo, pero sin llegar a excedernos y sin sacrificar el resto de los días del mes.
La influencia del ambiente
Muy relacionado con la motivación y, sobre todo, con el control de las tentaciones está el ambiente que rodea a las navidades. Algo que sabemos es que si no tenemos alimentos poco saludables delante de nosotros es mucho más sencillo que no nos los comamos. Con acudir al gimnasio o hacer ejercicio también ocurre que si no tenemos planes alternativos más tentadores es más sencillo que cumplamos.
Sin embargo, durante todo el mes de diciembre - y no solo en las fechas más señaladas - los planes alternativos interesantes y la comida poco saludable están por todas partes. Empiezan las cenas de empresa, las cenas de amigos y las cenas de familia. Pero no solo eso, tú vuelves a tu casa o son los demás los que vuelven a casa. El caso es que casi cada día hay gente con la que quedar, a la que ver, con la que ir a tomar algo y todas las tradiciones giran alrededor de la comida.
A nuestro alrededor la gente come más y "por un día no pasa nada" es una frase que se repite muy a menudo. El ambiente obesogénico es más obesogénico que nunca. Nuestra fuerza de voluntad se ve más retada que nunca y si tomamos decisiones más saludables casi nos vemos cuestionados por el ambiente. Una buena idea es intentar ir a entrenar menos rato del habitual y planificar todas las comidas de la semana que podamos.
De esta manera, seguiremos entrenando aunque sea menos tiempo y, si nos salimos de nuestra alimentación habitual en algún momento, al menos tendremos las comidas que hacemos en casa bien controladas. Además, si en casa mantenemos una rutina más o menos normal, nos será más sencillo hacerlo fuera. Por otro lado, si comemos bien en casa nos sentiremos más saciados y tendremos menos ganas de comer fuera y menos tentaciones.
Algunos consejos para hacer frente a diciembre
Planear los entrenamientos: tener todos los días del mes planeados de antemano con unos sencillos entrenamientos que no nos ocupen demasiado tiempo será mejor que intentar hacer ejercicio sin haberlo planeado. Desde Vitónica os recomendamos seguir el Calendario de adviento de fitness que hemos planteado para este año. Si lo incluis en vuestra agenda os resultará mucho más sencillo no ceder a la pereza.
Evitar atracones: aunque salgamos a comer, tengamos numerosas cenas de amigos y reuniones familiares, podemos controlar lo que comemos. Para ello, es buena idea comer de todo, pero sin perder el control y evitando los temibles empachos.
La regla del 80%-20%: esta regla consiste en procurar seguir una alimentación saludable y una vida activa el 80% del tiempo del mes de diciembre y dejar un 20% restante del tiempo para los excesos. Esto resulta mucho más sencillo que intentar ser perfectos el 100% del tiempo.
Perdónate los excesos: a veces somos demasiado duros con nosotros mismos y nos castigamos en exceso cuando nos salimos de la dieta saludable. Esto puede generar una ansiedad que acabe provocando que todavía comamos peor. Es importante perdonarnos y recordar que lo importante de verdad es el tipo de alimentación y de vida que llevamos el resto del año.
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