Es uno de los elementos de discusión constantes cuando hablamos de alimentación sana o equilibrada: ¿Azúcar sí o azúcar no? Por supuesto, y en nuestra opinión, es igual que todo... no depende de sí mismo sino del uso que se pueda hacer de él, cantidades ingeridas y otros elementos que, en realidad, no son diferentes a cualquier otro propio de una alimentación equilibrada.
El azúcar refinado no es más que sacarosa en estado cristalizado con una muy pequeña dosis de agua (apenas un 1%) que contiene, aproximadamente, poco más de 4 kcal. por gramo, siendo un 100% de las mismas hidratos de carbono de asimilación rápida, debiendo ser (según los expertos en la materia) aproximadamente entre un 8 y un 10% de las calorías totales ingeridades durante el día (generalizando al máximo, unas 200 kcal.), dadas las altas necesidades de hidratos de carbono en la dieta humana. Eso sí, hay que tener en cuenta que estas 200 calorías no provienen de azúcar puro, sino de alimentos que lo contengan.
Por contra, la energía que proviene del azúcar forma parte de las conocidas como "calorías vacías", quiere decir que son calorías sin apenas otros nutrientes de interés (vitaminas, sales, étc.), siendo favorecedora de algunos trastornos como sobrepeso o incluso (aúnque todavía no está 100% demostrado) diabetes.
La ingesta de azúcar también es conocida por la segregación de endorfinas que nos otorgan un estado de "bienestar" frente a situaciones de nerviosismo o ansiedad, sobre todo en mujeres.
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