Los probióticos son un conjunto de microbios vivos que se pueden ingerir con alimentos y bebidas como la kombucha. Estos productos cuentan con muchos beneficios para la salud, a los que se suma la mejora del metabolismo de las grasas. Un estudio reciente ha comprobado cómo los microbios del té kombucha puede ayudar a oxidar más grasa y acumularla en menor cantidad.
El té kombucha como acelerador del metabolismo de las grasas
Desde el descubrimiento de los antibióticos, los seres humanos han estado eliminando con éxito microbios para curar infecciones y esterilizar nuestros entornos. Esa interacción con los microbios que ingerimos nos acerca o aleja de una salud óptima.
El consumo de probióticos, o microbios vivos asociados con beneficios para la salud, puede promover o mantener un microbioma intestinal saludable al tiempo que proporciona al huésped metabolitos cruciales derivados de microbios. Dentro de esos probióticos hay uno muy conocido: el té kombucha.
El té de kombucha es una bebida fermentada semidulce que se consume ampliamente como un alimento funcional (proporciona beneficios para la salud más allá del valor nutricional) y contiene microbios probióticos que supuestamente confieren beneficios para la salud.
La microbiota intestinal es la más estudiada, pero existen muchas más a lo largo de todo el cuerpo. Alimentos probióticos como la kombucha tienen un impacto directo en ese complejo conjunto de microbios que almacenamos en nuestro interior.
Un estudio publicado hace unos meses en la revista Plos Genetics observó cómo incluyen los microbios de la kombucha en la expresión de los genes intestinales relacionados con el metabolismo de las grasas. Su hallazgo principal fue el aumento de las proteínas que se encargan de descomponer las grasas, y también de la reducción de las proteínas que ayudan a acumular dichas grasas.
Los autores explicaban que ese cambio en el metabolismo de las grasas es similar al que se produce con el ayuno, situación en la que aumenta la oxidación de grasas. Esta investigación fue llevada en animales por lo que tendría que comprobarse su utilidad en humanos.
En cualquier caso, el uso de alimentos probióticos y la ingestión de todo aquello que mejore el funcionamiento del microbioma es determinante para nuestra salud y funciones corporales. Una dieta llena de alimentos saludables es el primer paso para lograr ese bienestar, y puede ser ayudado por el té kombucha y otros probióticos.
Aplicación práctica
¿Quiere decir este hallazgo que si bebo kombucha eliminaré más grasa y acumularé menos grasa? No, y sí. El buen papel del metabolismo energético es vital para la pérdida de grasa, pero dicho metabolismo puede optimizarse con una dieta saludable, ejercicio físico y hábitos saludables.
Como hemos comentado anteriormente, el té kombucha simula en nuestros genes una situación de ayuno, ayudando así a oxidar más grasas. Eso suena genial. El problema es que oxidar más grasas no siempre significa perder más grasa, así que puedes beber té kombucha por tu salud y por la mejora de tu metabolismo de las grasas, pero por sí solo no te generará resultados en la pérdida de grasa.
Referencias
DuMez-Kornegay, R. N., Baker, L. S., Morris, A. J., DeLoach, W. L. M., & Dowen, R. H. (2024). Kombucha Tea-associated microbes remodel host metabolic pathways to suppress lipid accumulation. PLoS genetics, 20(3), e1011003. https://doi.org/10.1371/journal.pgen.1011003
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Imágenes | Plant (Unsplash), Duong Ngan (Unsplash)
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