Una de las principales dudas que nos surgen cuando se trata de entrenar es a qué hora hacerlo. A muchos de nosotros nos cuesta un mundo levantarnos pronto para entrenar antes de ir a trabajar y el resto del día no tenemos tiempo. Por ello, podemos elegir entrenar después de trabajar. Sin embargo, hasta ahora, se había discutido si el hecho de entrenar tan tarde podría afectar a la calidad de nuestro sueño y hacer que durmiéramos peor.
Desde hace un tiempo, en cambio, se viene indicando que esto podría no ser del todo correcto y que el ejercicio durante la tarde-noche podría tener ventajas en el sueño. Una nueva investigación realizada al respecto ha encontrado resultados que podrían confirmar esa hipótesis.
Esta investigación se trata de una revisión sistemática de investigaciones realizadas en unos 275 adultos mayores de 18 años sin problemas previos para dormir. El nivel físico de los participantes iba desde sedentarios a atleta. La revisión buscaba analizar el efecto que tenía sobre el sueño el realizar ejercicio físico únicamente alrededor de cuatro horas antes de irse a dormir y no en otros momentos del día.
Los resultados encontrados por estos investigadores indicaron que, efectivamente, realizar ejercicio físico durante las tarde no afecta a la calidad de nuestro sueño. Es más, parece que es más bien al contrario y podría ayudarnos a dormir mejor - aunque señalan que el efecto que se observa al respecto es pequeño -.
Lo que sí encontraron, en cambio, es que el ejercicio físico intenso realizado menos de una hora antes de irse a dormir sí que puede dificultar el sueño. Esto se debería a que no daría tiempo a recuperarse suficiéntemente a nivel cardiovascular lo que acabaría afectando al sistema parasimpático y dificultando la relajación necesaria para dormir.
En cambio, el ejercicio físico - incluso vigoroso - realizado más de dos horas antes de irse a dormir no mostraba ese tipo de efecto. Incluso, al contrario, podría ayudar a mejorar la calidad del sueño. A falta de nuevas investigaciones que lo evalúen más en profundidad, la realidad es que ahora mismo no tenemos ninguna excusa para no ejercitarnos después de trabajar siempre que nos aseguremos de que pasa al menos una hora antes de irnos a dormir.
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