Si llevas mucho tiempo apuntado al mismo gimnasio seguro que has comprobado como muchas personas que entrenan para ganar masa muscular siguen igual que hace años, y si no los has visto es porque esa persona eres tú. Tendemos a buscar información sobre los mejores ejercicio y técnicas para aumentar el tamaño de nuestros músculos, pero dejamos de lado la herramienta más simple y eficaz que existe para ganar masa muscular: el diario de entrenamiento.
Anota lo que haces para saber si has mejorado
¿Cuánto peso levantabas hace siete meses en los ejercicios de hombro? ¿Cuántas series hacías? ¿Y repeticiones? ¿Cómo te sentías en esos entrenamientos? Si no sabes responder a todas estas preguntas, o al menos a la mayoría, no sabes si has mejorado o no respecto a tiempos pasados.
El diario de entrenamiento nos permite saber qué hemos hecho hoy con todo detalle para poder hacer un poco más la siguiente sesión. Si en cada sesión hacemos un poco más, cuando miremos el diario el año que viene comprobaremos si hemos mejorado o no nuestras marcas y si realmente estamos haciendo más de lo que veníamos haciendo antes.
Si sigues levantando las mancuernas de 12,5kg para hacer curl de bíceps, como vienes haciendo desde hace tres meses, no estás progresando, al menos gracias a este ejercicio no.
Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio
Una de las frases célebres de Darwin explica que las especies, en este caso el humano, sobrevivirán porque se adaptan a los cambios. Cuando entrenamos el primer día en el gimnasio tenemos agujetas para una semana. Cuando llevamos dos semanas ya no tenemos agujetas porque nuestro cuerpo se ha preparado para soportarlo.
Esa es la razón por la que cada día tenemos que exigirle un poco más al cuerpo, ya que si no lo hacemos no generaremos adaptaciones nuevas, que en este caso se producen mediante el aumento de masa muscular. El diario será la herramienta que nos muestra lo que hemos hecho antes, y lo que debemos superar.
Simplemente anota en algo que lleves contigo al gimnasio, ya sea el móvil, o una libreta si prefieres no distraerte, las repeticiones que has hecho, el número de series, los ejercicios, la carga movida y cómo te has sentido. Avanza cada día mediante una sobrecarga progresiva, es decir, añadiendo un poco más de volumen o intensidad.
Ese extra que añadimos sobre la base que tenemos anotada en el diario de entrenamiento será lo que haga que nos tengamos que adaptar para sobrevivir. Darwin ya lo sabía desde hace mucho tiempo. Ha llegado el momento de que nosotros lo hagamos.
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Imágenes | Kyle Glenn (Unsplash), Thought Catalog (Unsplash)
