El entrenamiento de fuerza en niños es una de las fuentes que mayores mitos contiene. Al igual que la mujer cada vez está más presente en el entrenamiento de fuerza, la siguiente población que debemos intentar que se beneficie del entrenamiento en el gimnasio son los niños y los adolescentes.
Existen en la ciencia los conocidos como umbrellas que son un conjunto de revisiones y metanálisis sobre una temática. Conociendo que el nivel de evidencia científica más alto es una revisión sistemática con metanálisis, la umbrella tiene aún un nivel superior. El máximo que podemos encontrar en ciencia.
En agosto de 2020 se publicó este umbrella sobre el entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes sanos, del que podemos sacar las siguientes conclusiones para introducir a esta población en los gimnasios con entrenamientos supervisados por profesionales del ejercicio.
El entrenamiento de fuerza tiene muchos beneficios en niños y adolescentes
Al igual que cualquier adulto se puede beneficiar del entrenamiento de fuerza para mejorar su fuerza, su estética y su salud, los niños y adolescentes pueden aprovechar esos beneficios incluso en mayor medida.
La fuerza y la potencia son parte principal en la mayoría de deportes ya que de ella dependen la velocidad de un sprint lineal, la agilidad, la aceleración y los cambios de dirección. A su vez de la fuerza depende la resistencia que no es más que fuerza repetida en el tiempo, y otras cualidades físicas como la coordinación, la flexibilidad, etc.
Los niños y los adolescentes que entrenen fuerza podrán mejorar todas esas cualidades y su rendimiento en su carrera deportiva con un margen mayor al que se podría lograr si no aprovechamos estas etapas y dejamos el entrenamiento de fuerza para la edad adulta.
Otros beneficios del entrenamiento de fuerza en niños
La umbrella en la que nos estamos basando para elaborar este artículo se centra en el rendimiento, pero existe otra mucha evidencia científica que nos muestra como el entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes ayuda a esta población a lo largo de su vida.
A nivel de composición corporal aportará una mejora de la imagen y con ello de la autoestima, además de prevenir y tratar la obesidad ya presente en estas etapas. Se enlaza este beneficio con mejoras a nivel mental ya que tanto nuestra autoestima como el ejercicio en sí son herramientas útiles para el manejo de la salud mental.
A lo largo de la vida deportiva podríamos sufrir menos lesiones si hemos comenzado a entrenar desde niños. En primer lugar por unos huesos más fuertes; en segundo lugar por una técnica más pulida al aprenderla en fases críticas; y en tercer lugar por las adaptaciones a nivel de tejidos que comenzamos a producir ya desde niños.
El entrenamiento debe ser prescrito y supervisado por un profesional del ejercicio
Muchas de las lesiones y de los problemas en el entrenamiento de cualquier población llegan por una prescripción inadecuada. Si tenemos en cuenta el nivel de maduración de los niños y adolescentes y prescribimos acorde a ello los beneficios será enormemente mayores que los riesgos.
Si por el contrario la persona no es un profesional del ejercicio o no se supervisa el entrenamiento pueden llegar esas lesiones o problemas que dan pie a todos los mitos que se han creado y rodean al entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes.
En Vitónica | Con qué edad pueden los niños y adolescentes comenzar a hacer entrenamiento de fuerza (y cómo y por dónde empezar)
Imágenes | iStock