Durante los últimos días mis amigas me cuentan un poco en serio, un poco entre risas, como se calzan las zapatillas en casa para dar paseos por sus pasillos y, así, seguir sumando pasos en su día a día a pesar de que no podamos salir a la calle por la cuarentena.
La realidad es que la importancia de que sigamos moviéndonos y, también, dando pasos, es más relevante que nunca. Una investigación reciente, publicada por la revista JAMA, ha evaluado la asociación entre el número de pasos que damos al día y el riesgo de fallecimiento por todas las causas.
Para realizar el estudio contaron con unos 4.800 participantes con una edad de 40 años o superior. El seguimiento se realizó durante tres años, a través de acelerómetros que los participantes tenían que llevar. Varios años después se llevó a cabo un seguimiento de la mortalidad, ajustando por edad, factores demográficos, comportamientos y hábitos de riesgo, índice de masa corporal, y estado de salud al principio del estudio.
Lo que encontraron fue que, en comparación con dar 4.000 pasos al día, aquellos que daban 8.000 pasos tenían un riesgo un 51% menor de fallecimiento por todas las causas. Cuando el número de pasos se elevaba a los 12.000, el riesgo era un 65% menor independientemente de la velocidad o intensidad.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que la investigación es observacional y aunque se corrigiera por otros factores, no se puede establecer causalidad. Sin embargo, sí que es un indicativo de la importancia que caminar, aunque sea en nuestra propia casa, puede tener. Incluso aunque hagamos otro tipo de ejercicio físico.
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