Algunas causas y soluciones al imsomnio primaveral

Algunas causas y soluciones al imsomnio primaveral
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A muchos de nosotros la primavera nos cambia mucho los biorritmos. Bien sea por tener más horas de luz o por los cambios de temperatura, muchas de nuestras funciones diarias se pueden ver afectadas. El sueño es una de ellas, y es que muchas veces aparece el insomnio sin comerlo ni beberlo y sin saber muy bien por qué. Nosotros en este post queremos desgranar algunas de las posibles causas y como acabar con ese problema.

Casi siempre solemos achacar estos problemas al estrés y el ritmo de vida que llevamos, pero hay otras causas en las que no solemos caer y que están afectando negativamente a nuestro descanso. Por ello es necesario que nos detengamos a analizar lo que podemos estar haciendo mal y que no nos deja pegar ojo.

El estrés

Comenzaremos por el principal enemigo del sueño, el estrés. En primavera nuestro cuerpo se vuelve más activo debido a los cambios que el clima experimenta, lo que hace que nuestra ansiedad aumente. Esto puede hacer que lleguemos a acostarnos con un nivel de nerviosismo demasiado elevado. Por ello lo ideal es realizar actividades deportivas que apacigüen esa ansiedad y una buena manera de conciliar el sueño a la hora de irnos a dormir es realizar ejercicios relajantes tumbados en la cama que consistirán en respiraciones profundas y lentas que nos ayudarán a conciliar el sueño.

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El uso de medicamentos

La primavera también es una época de cambios climáticos que hacen que muchas veces contraigamos resfriados que nos llevan a ingerir medicamentos para paliar sus efectos. Estos medicamentos muchas veces pueden contener sustancias excitantes que nos alteran el sueño. Lo mismo sucede con los antihistamínicos que solemos consumir para la alergia, ya que pueden llegar a alterar nuestros ciclos de sueño.

Realizar deporte antes de dormir

En primavera los días comienzan a ser más largos, por lo que al tener más horas de luz aprovechamos más el tiempo. Ahora salimos de trabajar y es de día, por lo que muchas personas se decanta por salir más tarde a practicar ejercicio, acabando la actividad a una hora avanzada de la tarde. Esto puede acelerar nuestro metabolismo de un modo que nos puede llegar a alterar tanto que a la hora de conciliar el sueño nos cueste mucho más que de manera normal. Por ello lo recomendable es no realizar ejercicio intenso demasiado tarde.

Atrasar la cena

Lo mismo sucede con la cena, y es que en primavera, y de cara al verano, solemos retrasar el momento de la cena, algo que juega en nuestra contra, ya que no es nada aconsejable acostarnos con el estómago lleno para conciliar el sueño, pues de este modo nos costará más dormirnos y la calidad del mismo no será la misma. Para evitarlo lo mejor es adelantar la cena e ingerir alimentos fáciles de digerir.

Imagen | RelaxingMusic

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