Nuestra forma de vivir la vida y de enfrentar cada circunstancia, sin duda puede influir en nuestra longevidad. Sin embargo, más allá de una actitud positiva te mostramos cuál es el rasgo de personalidad que puede ayudarte a vivir más.
La actitud positiva no lo es todo
Aunque muchas personas longevas aseguran que han logrado una vida sana y duradera gracias a su actitud positiva, la realidad es que los expertos como David Watson profesor de psicología de la Universidad de Notre Dame asegura que la relación entre la personalidad y la longevidad es más compleja.
Según Watson, la actitud positiva está sobrevalorada y otros rasgos de la personalidad pueden tener más influencia en nuestra esperanza de vida.
Así, el experto asegura que la escrupulosidad, o qué tan organizado y disciplinado se es, puede estar estrechamente relacionado con una vida más larga y saludable.
Las personas escrupulosas tienden a cuidar mejor su salud y por ejemplo, beben alcohol con moderación y de forma eventual, se alimentan de forma balanceada, evitan conductas riesgosas, suelen ser organizados, se esfuerzan por cumplir sus obligaciones y compromisos, son confiables y responsables.
Más allá de esto, las personas escrupulosas son cuidadosas en sus decisiones y evitan comportamientos imprudentes y riesgosos; muestran autodisciplina y automotivación, por esta razón son personas que pueden tener una vida más saludable y quizás también, más longeva.
Según David Watson, la genética también resulta decisiva, pero los hábitos pueden tener la última palabra respecto a cuántos años vivimos, siendo la escrupulosidad un rasgo de personalidad clave para vivir más, pudiendo influir también la actitud positiva y la amabilidad.
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