Por lo general cuando escuchamos hablar de artrosis solemos asociarla a tercera edad o personas mayores que ya han vivido unos cuantos años. En estos casos es habitual que muchas personas padezcan este malestar. Lo que no es tan normal es que la artrosis aparezca en personas más jóvenes. Por ello en este post queremos detenernos en la artrosis prematura en el deportista. Seguro que en alguna ocasión hemos escuchado hablar de ello, pero queremos ahondar más en qué consiste. Para ello vamos a centrarnos en un estudio como base de todo.
Un acercamiento a la artrosis
Antes de nada es necesario que tengamos presente lo que es la artrosis. Se trata de una enfermedad del sistema músculoesquelético, progresiva que va aumentando sus efectos a medida que aumenta la edad. Sobre todo viene determinada por el deterioro y pérdida del cartílago que se encuentra en las articulaciones de los huesos. Esta pérdida de cartílago con el paso del tiempo hace que los huesos lleguen a rozarse entre sí.
Desgaste articular, pérdida de cartílago y dolor son algunos de los signos de la artrosis
Precisamente esta falta de cartílago y este roce directo entre los huesos hace que éstos terminen por desgastarse y produciendo dolor e inflamación en la zona afectada. Poco a poco y debido a la pérdida de cartílago, el hueso irá creciendo de manera lateral como mecanismo de defensa, haciendo que la articulación aparezca deformada.
A grandes rasgos este es el proceso de la artrosis. Por ello es necesario que sepamos cómo prevenir y tratar antes de que aparezca, ya que cada vez son más los casos de artrosis prematuros que se detectan. Sobre todo en el mundo de los deportistas se registran muchos más casos debido al maltrato de las articulaciones o la sobreexposición de las mismas a la tensión derivada del ejercicio. Para lograr que esto no sea así, la prevención es fundamental y seguir una serie de pautas que no vamos a pasar por alto.
Factores que pueden provocar la aparición de la artrosis
En primer lugar nos vamos a detener en los factores que pueden determinar la aparición de la artrosis prematura:
La genética tiene mucho que decir aquí, y es que si en nuestra familia existen antecedentes corremos el riesgo de padecer artrosis prematura. Por ello en estos casos es necesario que tengamos cuidado y seamos precavidos, ya que la prevención y el cuidado articular puede hacer que la artrosis no solo aparezca más tarde, sino que sus efectos no sean tan traumáticos.
El sobrepeso y la obesidad son otro de los factores que puede desencadenar una artrosis prematura. El motivo de esto es que la articulación soporta más peso y por lo tanto su deterioro puede acelerarse.
Cuidar las articulaciones es fundamental mediante el control de peso, buena alimentación, deporte adecuado...
La alimentación es clave a la hora de conseguir retrasar la aparición de la artrosis. Es cierto que los cartílagos, como todas las partes del cuerpo, se mantienen en perfectas condiciones mediante una alimentación adecuada. Sobre todo es necesario que el aporte vitamínico y mineral sea el correcto. Sobre todo la vitamina C nos ayudará a mantener los cartílagos en perfectas condiciones por más tiempo.
Haber padecido fracturas o cualquier traumatismo en el pasado puede hacer que se acelere la aparición de artrosis. Por ello es necesario que curemos adecuadamente cualquier lesión que tengamos y que nos pongamos en manos de profesionales para evitar efectos a largo plazo.
La sobrecarga muscular y articular derivada de malas posturas y vicios adquiridos en el deporte puede ser un detonante de la artrosis prematura. Por ello es necesario prestar especial cuidado a la correcta realización de los diferentes ejercicios y ante todo no sobrecargarnos con peso excesivo. Además, si notamos molestias al realizar los ejercicios es mejor bajar la intensidad o dejar ese ejercicio para evitar daños mayores.
En el caso de las personas que practican carrera la utilización de un calzado adecuado y de elegir bien el terreno sobre el que la vamos a llevar a cabo es importante. En los corredores la artrosis de rodilla y de cadera suele ser uno de los principales males. Por ello es necesario poner especial cuidado en este aspecto, ya que no debemos descuidarnos. Hay que tener presente sobre todo que al realizar ejercicio siempre la sobrecarga articular va a ser mayor que la normal. Por ello es de especial importancia mantener siempre la postura correcta y escuchar a nuestro organismo para saber cuándo estamos al límite y corremos riesgo de lastimarnos.
Síntomas de la artrosis
A pesar de tener estos puntos en cuenta a loa hora de prevenir la aparición de la artrosis prematura, es muy importante que seamos capaces de detectar los primeros síntomas cuando aparecen. Su pronta detección hará que podamos poner remedio antes de que la dolencia vaya a más. Nosotros vamos a destacar los síntomas más habituales que no podemos pasar por alto:
- El dolor es uno de los primeros síntomas que nos aparecen cuando la artrosis empieza a hacer acto de presencia. El dolor articular es muy característico y tiene dos variantes. Un tipo de dolor es el que aparece mientras estamos realizando ejercicio. Se concentra en una articulación y si dejamos de hacer ejercicio y reposamos va disminuyendo. Otro tipo de dolor es el que aparece cuando estamos en reposo. En este caso, al hacer cualquier actividad el dolor desaparece.
El dolor es el primero de los síntomas, además de inflamación y rigidez
La presencia del dolor o molestias en las articulaciones con cambios de tiempo o de clima es otro síntoma. Esto se produce cuando la presión atmosférica varía, y debemos estar atentos a esta situación cuando aparece.
Los crujidos articulares cuando usamos las articulaciones es algo que nos avisa de que éstas no están en su mejor estado. Que hagan ruido al moverlas o simplemente con movimientos normales nos dejarán claro que algo no marcha bien y que debemos tomar cartas en el asunto.
- la rigidez en las articulaciones y la perdida de movilidad en las mismas. La limitación de movimientos es un síntoma de que algo no funciona como debiera en la articulación. Si a esto le sumamos inflamación en la zona y la rigidez de la misma, podemos estar frente a un caso de artrosis prematura que no podemos pasar por alto, pues en muchos casos a lo largo de unos minutos desaparece esta rigidez. A veces la inflamación puede mantenerse en la articulación y no hay que pasarla por alto en ningún momento.
Consejos para conseguir prevenir la artrosis
Una vez analizado todo el abanico de posibilidades en lo que a síntomas y posibles puntos de riesgo vamos a dar algunos consejos para prevenir que no podemos perder de vista, aunque ya nos hemos hecho una idea de lo que está bien y lo que no para prevenir la artrosis temprana.
Alimentos que ayudan a prevenir
Como hemos visto una alimentación saludable y equilibrada es la clave a la hora de prevenir el desgaste excesivo de los cartílagos de las articulaciones. Consumir alimentos como frutos secos, verduras, legumbres y pescado, ya que con ricos en minerales como el fósforo y el calcio, necesarios para el mantenimiento de cartílagos. Junto a esto la ingesta de vitamina C, como apuntábamos anteriormente, es necesaria para mantener la elasticidad en los cartílagos. Esta tipo de vitamina se encuentra en frutas y verduras, que no deben faltar en la dieta diaria.
El plátano, la gelatina y el caldo de pollo son alimentos que muchas veces pasamos por alto, pero tienen altas concentraciones de potasio y magnesio, además de su alto contenido en proteínas, que nos ayudará a mantener unos tejidos musculares y unos tendones en perfecto estado.
Alimentos que no ayudan a prevenir
No hay que olvidar que alimentos como la sal, los refrescos, la comida preparada, los quesos demasiado curados, las espinacas, las fresas, el té, el cacao... son alimentos que impiden la correcta asimilación del calcio por parte del organismo. Por ello es recomendable no abusar de ellos.
Complementos alimenticios que nos ayudarán
A veces incluir en la dieta complementos alimenticios nos puede ayudar a prevenir la aparición de la artrosis prematura, y más cuando practicamos muchas actividad de manera habitual. Entre los que vamos a recomendar están la glucosamina. Se trata de un aminoácido fundamental para la formación del cartílago. Esto se debe a que aumenta la producción del líquido sinovial, haciendo que la articulación esté mucho más ágil, flexible y móvil y no duela. Además de evitar que el colágeno se pierda y se produzcan inflamaciones articulares.
los complementos alimenticios como una medida de prevención
Por otro lado tenemos la condroitina. Concretamente esta sustancia lo que hace es impedir la absorción de enzimas que favorecen la destrucción del cartílago. Además, no hay que olvidar que ayuda a absorber mucho mejor el agua en el tejido articular, lo que dota al cartílago de elasticidad, lo que le da más resistencia a la comprensión.
Junto a esto no debemos olvidar que el deporte en su justa medida es necesario, pues además de ayudarnos a estar en plena forma nos ayudará a activar la circulación sanguínea y con ello dotar a todos los tejidos de los nutrientes necesarios para estar en perfectas condiciones. Por eso es necesario que no nos olvidemos de que la artrosis se puede producir por una presión y un ejercicio excesivo, pero que también puede ser la clave para prevenir su aparición.
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