Muchas de las personas que acuden a entrenar al gimnasio complementan su alimentación mediante batidos de proteínas, bien porque así les resulta más sencillo llegar a la cantidad de proteínas que necesitan a diario, o bien porque lo prefieren frente a una ingesta de alimentos (por comodidad, por sabor, etc).
Generalmente la proteína que más se suele consumir es la proteína de suero de leche, proteína lactosérica o proteína whey en inglés, que se elabora, como su propio nombre indica, con proteínas globulares (de forma esférica que forman una estructura más compleja) obtenidas a partir del suero de leche y que tienen un alto valor biológico (tanto su absorción como su síntesis es muy buena en nuestro organismo).
Pero esta no es la única proteína a nuestro alcance: en casa de ser intolerantes a la lactosa (que evidentemente contiene la proteína whey tradicional) o de querer decantarnos por otras opciones que no sean la proteína de suero de leche, ¿qué alternativas tenemos?
Aislado de proteína de suero de leche, o proteína whey sin lactosa: si el motivo por el que buscas alternativas a la proteína whey es porque eres intolerante a la lactosa, debes saber que existen proteínas whey sin lactosa. Esto es lo que conocemos como proteína aislada o isolada de suero de leche: lo que se hace en este caso es eliminar tanto la lactosa como la grasa del suero de leche.
Proteína de huevo en polvo: si vas a utilizar la proteína en polvo para cocinar (aquí te dejamos unas cuantas ideas para tomarla y salir de los típicos batidos con agua o leche), la proteína de huevo en polvo puede ser una buena opción. Tiene las mismas características que las claras de huevo en bote que podemos encontrar en los supermercados con la ventaja de que puede durarnos más en nuestra cocina (el consumo no debe ser tan inmediato como en el caso de las claras pasteurizadas).
Proteínas aptas para veganos: si no quieres tomar proteína de suero leche porque llevas una dieta vegana (recordemos que los veganos no toman nada proveniente del mundo animal, y esto incluye la leche y los derivados lácteos) también hay distintas alternativas que puedes probar, como por ejemplo la proteína de soja en polvo, la proteína de guisante o la proteína de cáñamo. Evidentemente en este caso las proteínas serán de origen vegetal y suelen contener, por 100 gramos, una cantidad algo menor de proteínas que la whey, dependiendo del fabricante.
La desventaja habitual de este tipo de proteínas suele ser su sabor: mientras que la proteína whey se fabrica con un montón de sabores diferentes, que suelen ir desde los clásicos chocolate o vainilla a otros sabores más bizarros como la tarta de queso o el ron con pasas, las proteínas veganas suelen tener un sabor neutro o estar disponibles en una gama más limitada. La textura, en ocasiones, también puede diferir, siendo por lo general menos agradables de tomar.
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