Se conocen como biscotti a un tipo de galleta originaria de Italia cuyo nombre real es cantucci, y que tienen otras variantes, como los croquants franceses o los canquinyolis españoles. Gracias a que incorporan una gran cantidad de frutos secos podemos convertirlos en una versión saludable, energética pero sin azúcar añadido, integral y también sin gluten.
Usaremos una combinación de dos harinas sin refinar, avena y trigo sarraceno, pero se puede probar con otras (quinoa, teff, arroz, maíz...). Recordemos que la avena debe ser certificada sin gluten y tener ciertas consideraciones si somos celíacos. La falta de gluten hace que la masa sea algo rebelde y se desmenuce un poco al cortarla, por lo que, si lo preferimos, podemos sustituir una de las dos harinas por trigo integral o espelta integral.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja grande con papel sulfurizado. Disponer los los huevos en un recipiente profundo y batirlos con batidora de varillas, junto con la mantequilla de cacahuete, hasta que casi dupliquen su tamaño. Añadir la leche y batir un poco más.
Incorporar las harinas, la sal, la canela y la levadura, y batir a velocidad baja o mezclar con una cuchara grande. Según el tipo de harina podríamos necesitar más leche; añadir en ese caso chorrito a chorrito, con cuidado. Debemos obtener una masa ligeramente húmeda y pegajosa.
Incorporar los frutos secos y los dátiles picados sin hueso. Amasar hasta que se distribuyan de forma homogénea y dividir en dos porciones. Colocar en la bandeja dándoles forma de rectángulos de unos 4 cm de ancho y un dedo de grosor. Será más fácil con las manos húmedas.
Hornear hasta que se doren ligeramente y estén firmes al tacto, unos 20 minutos. Retirar, llevar a una rejilla con cuidado para que se enfríen un poco, y después cortar en bastones con un cuchillo de sierra bien afilado, con cuidado. Al no tener gluten, es una masa quebradiza.
Poner los biscotti boca arriba en la bandeja, bajar la temperatura del horno a 150ºC y hornear unos 8-10 minutos, hasta que se doren un poco. Darles la vuelta y dorar ligeramente por la otra cara. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar los biscotti sin azúcar
El formato de los biscotti o cantucci invita a mojarlos en un vaso de leche o bebida vegetal, o también en el café o una infusión al gusto. Se pueden tomar a cualquier hora como alimento energético, saciante y nutritivo, según nuestras necesidades concretas, también como alimento de recuperación después de entrenar. En un recipiente hermético aguantan bien varios días, pero si vivimos en un lugar húmedo con calor, mejor guardarlos en la nevera.
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