Preparar nuestros propios dulces navideños siempre es una buena opción para controlar un poco los atracones y empachos de ultraprocesados, además de ser una excelente actividad para pasar en casa en familia. Estas galletas de avena se preparar muy rápidamente si tenemos un robot o procesador de alimentos, pero también son muy sencillas a mano, y admiten distintas variantes.
En nuestro caso hemos usado huevos pequeños camperos para aglutinar la masa, pero se podría hacer una versión vegana con el mismo peso en plátano maduro, pelado. Además de los populares dátiles, que endulzan y añaden jugosidad, queríamos recordar que existen otras frutas secas en el mercado; en esta ocasión hemos combinado ciruelas pasas y arándanos rojos, siempre 100% naturales, y comprobando antes que estaban jugosos.
Debido a que los ingredientes usados pueden ofrecer pequeñas diferencias en la textura final, según la marca u origen (por ejemplo con los tipos de avena o de frutas), habrá que ajustar sobre la marcha la cantidad final de líquido o harina de avena. La idea es poder estirar y recortar galletas con cortadores después del reposo en la nevera, pero si estuviera muy pegajosa, siempre se pueden tomar porciones pequeñas con una cucharilla y aplastarlas con un tenedor humedecido.
El baño de chocolate es opcional, pero ya que estamos en fiestas navideñas, nos permitmos ese toque más goloso y festivo, que tan bien lucen con un rebozado de coco o frutos secos; además es bien ligero. Como siempre, recomendamos un chocolate negro de alta calidad y alto porcentaje en cacao, preferiblemente sin azúcar. Aconsejamos emplear moldes pequeños, para formarlas mejor y comerlas con más moderación.
Triturar las frutas secas (previamente hidratadas en caso de ser necesario) sin hueso con los huevos o plátano pelado, la mantequilla de cacahuete y la bebida vegetal o leche, hasta tener una pasta.
Añadir la harina de avena, los copos, las especias y la sal, y mezclar bien hasta tener una masa homogénea. Estará algo pegajosa. Si fuera inmanejable, añadir un poco más de harina de avena; si ocurre al contrario y estuviera seca y quebradiza, añadir un poco más de leche.
Formar un disco y envolver en plástico film. Dejar en la nevera, como mínimo, 45 minutos, o varias horas. Antes de hornear, precalentar el horno a 180ºC con ventilador o 200ºC con calor arriba y abajo. Preparar una o dos bandejas con papel sulfurizado antiadherente
Estirar la masa de galletas sobre una lámina de papel antiadherente, cubiréndola con el propio film en la que la hemos envuelto o con otra hoja de papel, o enharinando el rodillo con harina de avena. Dejar un grosor de unos 4 mm y recortar galletas pequeñas con formas navideñas, enharinando los moldes para que no se peguen.
Repartir en las bandejas y hornear durante 6-8 minutos, hasta que se empiecen a dorar. Esperar un poco fuera del horno antes de llevar a una rejilla para que se enfríen por completo.
Mientras tanto, derretir el chocolate picado en intervalos cortos en el microondas, removiendo cada 30 segundos, o al baño maría. Bañar una parte de las galletas y rebozar o cubrir con coco rallado, pistachos, nueces, almendras, etc. Dejar secar totalmente sobre la rejilla.
Con qué acompañar las galletas de Navidad
Estas ricas galletas de avena de Navidad son un bocado aromático con el punto justo de dulzor que nos puede alegrar la sobremesa y que acompañan de maravilla al café, si solemos tomarlo, o también podemos compartirlas en casa a la hora de la merienda con una infusión o un vaso de leche o bebida vegetal. En un recipiente hermético aguantan muy bien durante muchos días, en un ambiente seco y sin mezclar con otras masas.
En Vitónica | Copas de queso fresco, mango y frutos rojos: receta de postre saludable
En Vitónica | Cómo sobrevivir a una Navidad ultraprocesada sin morir en el intento