Pronto terminará el invierno, por lo que hay que aprovechar al máximo la temporada de cítricos nacionales que además son estupendos para animar la cocina en estos meses. El limón suele pasar desapercibido más allá de su uso como aderezo, pero esta receta saludable de garbanzos le otorga un protagonismo especial.
La británica Anna Jonnes nos anima a sacar el máximo potencial de la fruta con un guiso rápido de legumbres usando garbanzos de bote, que si además nos tomamos la molestia en pelar nos regalarán un plato delicado, más digestivo y muy reconfortante. La combinación de limón, cilantro molido y fresco con la cúrcuma, el comino y el jengibre hacen que tengamos un cuchareo ya más fresco, con aires primaverales, y mucho más agradecido al estómago y la digestión posterior.
Si eres de los que no aguanta el sabor del cilantro fresco lo puedes cambiar por perejil, pero anímate a probar el cilantro o coriandro en especia, la semilla seca y molida, pues tiene un aroma muy diferente, pierde ese sabor a "jabón" de la hierba y añade notas cítricas que enriquecen sofritos y salsas.
Calentar un poco de aceite en una cazuela y sofreír suavemente la cebolleta con el ajo y el jengibre, con una pizca de sal. Cuando transparente, añadir un poco de cilantro fresco picado y las especias, y cocinar cinco minutos.
Añadir los garbanzos, salpimentar y remover bien. Agregar el caldo y la nata, mezclar y aderezar con un poco de ralladura fina de los limones. Cortarlos por la mitad, exprimir el zumo -cuidado con las posibles pepitas- y echar las cáscaras exprimidas también a la olla.
Cocer a fuego suave hasta que reduzca al gusto, unos 20-30 minutos, removiendo de vez en cuando. Servir retirando las cortezas de limón, exprimiéndolas bien antes, con más cilantro o perejil fresco por encima.
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Con qué acompañar los garbanzos al limón
Un simple plato de este guiso de garbanzos cremosos es ya más que satisfactorio, con algo de buen pan integral para acompañar, aunque podemos transformarlo en una comida mucho más completa y que cunda más con arroz integral, cuscús, mijo, quinoa o cualquier otro grano con o sin gluten que nos guste, añadiendo así más fibra y aminoácidos de los que carece la legumbre. Si te gusta la cebolla, le va muy bien como aderezo o topping tanto cebolla crujiente como caramelizada, o cebolleta fresca crujiente.
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