Manzana, canela y fruto secos: son tres ingredientes la mar de otoñales que juntos nos pueden regalar mucho placer en la cocina, también en recetas saludables como este pastel, muy jugoso y sin azúcar añadido. Utilizando harina de avena integral se convierte además en un capricho saciante que puede ser apto para celíacos si la adquirimos certificada sin gluten.
Podéis usar más manzana para decorar la parte superior del pastel, como en la receta original que nos inspira hoy, o recurrir a las almendras para darle una cobertura más crujiente y nutritiva. En este caso buscábamos una textura jugosa, por eso necesitamos un molde de tamaño pequeño o mediano, de unos 18 cm de diámetro. Si es más grande, nos saldrá más fina, estilo tarta.
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar con un poco de aceite un molde redondo de fondo desmontable, de unos 18-20 cm de diámetro, o forrar con papel antiadherente de hornear. La base es recomendable forrarla siempre con este papel.
Lavar las manzanas, pelarlas y rallarlas finas o picarlas. Cuanto más pequeños sean lso trocitos, más se fundirán en la masa. Mezclar con el zumo de limón y disponer en un recipiente. Añadir todos los demás ingredientes y batir con varillas, o triturar a velocidad baja si se desea con una batidora o robot unos segundos.
Una vez homogénea, llevar al molde y cubrir con almendras al gusto y más canela. Hornear durante unos 40-45 minutos. Comprobar el punto con un palillo; el tiempo final depende del molde y tipo de horno. Esperar un poco fuera del horno antes de abrir y dejar enfriar por completo.
Gana con el reposo de unas horas, cuando se asienta el relleno. Servir con más canela molida al gusto y guardar lo que sobre en la parte menos fría de la nevera.
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Con qué acompañar el pastel fitness de manzana
Con el café de la mañana, un vaso de leche o bebida vegetal, té o infusión, este pastel fitness de manzana sin azúcar apetece casi a cualquier hora y sienta muy bien con una bebida caliente en los días más fríos. Si se reblandecen las almendras de la capa superior, podemos añadir más frutos secos tostados en el momento de servir, o unas semillas de amapola, para dar ese punto crujiente.
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