Mucho más habitual en las mujeres que en los hombres, la hiperlordosis es, para entendernos, el exceso de curvatura hacia dentro de la zona lumbar de la espalda, una especie de concavidad que da muchos problemas a la hora de realizar ciertos ejercicios. En este post te damos una pequeña guía (aúnque deberás tener en cuenta que cada caso es un mundo) para evitar empeorar esta zona e, incluso, ofrecerle una pequeña tregua.
- Compensa y refuerza la zona abdominal: Será interesantísimo descargar de tensión la lumbar con un buen trabajo de abdomen, sobre todo a nivel de musculatura profunda (transverso). Los ejercicios más indicados para ello son los de tipo "isométrico", manteniendo una posición de trabajo, soltando aire cuando hagas fuerza y realizando una pequeña retroversión pélvica. También serán muy útiles adaptaciones del método Pilates, eso sí, con cierta cautela.
- Estira el arco lumbar: La posición antinatural de la columna sobrecarga en exceso esta zona, por lo que deberás relajar la misma y, además, no abusar de algunos ejercicios como remos, pesos muertos, étc.
- Músculos implicados: Parece que no tienen nada que ver pero, si lo piensas, si están bastante relacionados. Varios músculos como el psoas ilíaco, los isquiosurales, glúteo, piramidal... tienen relación con la articulación de la cadera o las mismas vertebras lumbares. Además, estamos hablando de grupos musculares de naturaleza tónica (que tienen a cargarse) por lo que también deberás estirarlos regularmente y evitar trabajarlos en exceso.
- Cuidado con algunas actividades: Por ejemplo, el spinning, en exceso, puede perjudicar tu curvatura lumbar tanto por la posición hiperlorótica causada por una mala técnica y, por otro lado, cierto acortamiento en la musculatura flexora de la cadera (básicamente, psoas ilíaco y recto anterior del cuadríceps).