Entre las vacaciones de verano y que muchos trabajos cambian su horario en estos meses para huir de las horas de más calor, aumenta la cantidad de personas que practican el deporte español: la siesta. La duda está en cuándo tomamos el café, ¿antes o después de la siesta? Con esa duda surge el nap power o como aprovechar la mezcla de café y siesta de forma óptima.
El objetivo de la siesta es recuperar sueño si durante la noche no hemos llegado a las siete u ocho horas recomendadas. Eso nos permitirá afrontar la segunda parte del día más descansados y con mayor energía tanto para un trabajo físico, como uno mental.
Café y siesta: la unión hace el descanso
La duración de una siesta va desde unos 20 minutos con los que ya se notan mejorías a nivel físico y mental hasta 30-35 minutos si esa noche no hemos dormido lo suficiente. Menos y más de eso puede ser contraproducente por defecto o por exceso, ya que entraríamos en sueño profundo.
La interrupción de esa fase generaría inconvenientes y no tantos beneficios. Es la típica siesta que se alarga y al abrir los ojos no sabemos ni donde estamos ni si es por la mañana o por la tarde.
Gracias a ese tiempo breve de siesta tendremos varios beneficios: consolidaremos lo que hemos estudiado por la mañana y prepararemos la mente para acumular más información durante la tarde; reducimos el estrés acumulado de la mañana; ayudamos al cuerpo a eliminar metabolitos que se han ido sucediendo y que son los causantes de la fatiga; etc.
Tales son sus beneficios y su expansión a nivel mundial que países como Japón o EEUU ya practican también la siesta. Eso sí, en la capital de España contamos con varios "siestódromos" para echarnos unos minutos después de comer.
¿Hay algo más con lo que podamos obtener efectos similares de los de la siesta?
Si vuelves a leer el párrafo anterior, pero esta vez cambiando el concepto siesta por café, encaja a la perfección. ¿Qué hacemos por la mañana al despertar cuando estamos aún con algo de sueño? ¿Qué volvemos a hacer cuando comenzamos a sentir fatiga y pérdida de foco? Exacto, tomar café.
¿El café va antes o después de la siesta?
En un principio podemos pensar que el café es mejor tomarlo después de la siesta para que interfiera en esta, pero es erróneo. Sabiendo que el tiempo de siesta adecuado es de unos 20-35 minutos, y que la cafeína no hace su efecto hasta después de ese tiempo, no interferirá en la siesta.
Donde si potenciará su efecto es al despertar de la misma ya que tanto la siesta como el café se centran en la adenosina: un factor endógeno que regula el sueño. Si sumamos el efecto de la siesta y del café sobre ese factor adenosina, al despertar tendremos doble efecto.
Por un lado los beneficios obtenidos del sueño y por otro los de la cafeína, todos haciendo efecto a la vez después de esos 30 minutos. Para hacerlo correctamente, y entendiendo que la siesta normalmente irá después de comer, el protocolo sería tomar el café tras comer e inmediatamente echarnos la siesta.
Napuccino: en Barcelona conocen ese efecto multiplicador de siesta y café
En otra de las grandes ciudades españolas, Barcelona, llevan esta unión de siesta y café al sector servicios y ofrecen la siesta café con el nombre de Napuccino donde poder llevar a cabo esta estrategia. Queda así por tanto resuelta la duda de si tomarnos el café antes o después de la siesta.
La ciencia respalda el nap power o siesta energizante
Tomar un café previo a una siesta de 15 minutos nos hace cometer menos errores en pruebas técnicas como la conducción. Eso vieron en este estudio en Reino Unido donde se les pidió a los sujetos que tras esos 15 minutos de siesta, precedidos de un café, realizaran un simulacro de conducción. En dicho simulacro tuvieron menos errores los que había hecho esa mezcla de siesta y café con respecto a los que no lo hicieron.
También en tareas cognitivas la unión de siesta y café mejoró los resultados respecto a los que tomaban un placebo en lugar de cafeína. En este estudio vieron como la cafeína unida a la siesta tenía un mayor efecto en el rendimiento cognitivo posterior que si se tomaba un placebo y la siesta.
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