¿Ayuda beber más agua a perder peso? Esa es una de las preguntas que escucho de forma más frecuente últimamente. Como en otras dudas, cuando el río suena, agua lleva, pero hay muchos matices que son los que dan realmente respuesta a esa pregunta. En este artículo vamos a describir cuál es la asociación de la ingesta de agua y la pérdida de peso, para saber si realmente puede influir a la hora de bajar unos kilos.
¿Existe una relación entre el consumo de agua y la pérdida de peso?
En la literatura científica hay varios estudios de calidad que muestran una asociación positiva entre el consumo de agua y la pérdida de peso. ¿Quiere decir eso que beber más agua nos va a hacer perder más peso? Sí y no.
El agua de forma directa no hará que perdamos más peso, pero sí tiene unos efectos secundarios como el mejor funcionamiento de nuestro cuerpo, el alejamiento de otras bebidas calóricas o la supresión del apetito, al confundir a veces la sed con el hambre.
El agua por sí misma no te va a hacer perder peso
A continuación vamos a enumerar los motivos por los que el agua y la pérdida de peso están asociados. Lo más destacable de este artículo es que esta asociación no es directamente proporcional, es decir, que si bebemos cinco litros de agua en lugar de 2,5 no habrá más pérdida de peso. Esta asociación es más bien como un interruptor que se enciende cuando tomamos el agua suficiente, y no lo hace cuando hay un déficit.
Los beneficios se obtienen en las personas que no ingieren la suficiente cantidad de agua a diario, y modifican ese hábito. Cuando el cuerpo adquiere el agua necesaria para cumplir mejor sus funciones, entre ellas la oxidación de la grasa, se observa esa ayuda en la pérdida de peso.
¿Cuánta agua tengo que beber cada día?
Las necesidades de agua diarias son altamente variables según el estilo de vida, el lugar en el que vivas y otras muchas variables más. De base, una mujer adulta debe ingerir unos 2,7 litros de agua por día; un hombre debe ingerir 3,7 litros de agua por día. A partir de estos datos, habrá que añadir más cantidad en épocas calurosas, si entrenamos y sudamos, etc. Eso sí, ten en cuenta que los alimentos también tienen agua, algunos una gran cantidad como las frutas.
Motivos por los que la ingesta de agua adecuada te ayudará en la pérdida de peso
Si bebemos agua no bebemos otra cosa
Una razón lógica es que si bebemos más agua es porque escogemos esta bebida en lugar de otras como refrescos o zumos, sean con azúcar o sin ella. La pérdida de peso depende de las calorías ingeridas y las calorías gastadas, pero también de otros alimentos "lights" o "cero" que no son tampoco una buena elección.
Bebo más agua porque quiero perder peso, o pierdo peso porque bebo más agua
¿Qué fue primero el huevo o la gallina? Cuando decidimos que queremos cuidarnos cambiamos algunos hábitos que nos lo impedían, como puede ser el consumo de refrescos azucarados. Al eliminar estas bebidas, reducimos las calorías ingeridas en el día, y eso ayuda a perder peso.
Estamos perdiendo peso y bebiendo más agua, pero van de la mano porque el agua ha desplazado a los refrescos. Por lo tanto, se podría decir que beber más agua lleva a la pérdida de peso, aunque indirectamente la razón es que hemos modificado el hábito anterior.
Agua y apetito van de la mano
El agua ocupa espacio en el estómago, lo que hace que haya ocasiones en las que al beber agua se nos va el hambre. Al beber agua antes de las comidas también estamos ayudando a reducir el apetito y comer menos, por lo que prueba a tomar medio litro de agua media hora antes de las comidas y podrás notar un mejor control del apetito.
El agua es vital para las funciones corporales, entre ellas, la oxidación de grasa
El agua puede elevar ligeramente el gasto energético del día, pero no es una diferencia significativa. Lo importante es que debemos consumir el agua que nuestro cuerpo necesita para que todos nuestros órganos funcionen a la perfección. Una deshidratación significa que haya alteraciones como la retención de líquidos en los riñones o una peor eliminación de sustancias de desecho.
Al consumir la suficiente agua, nuestra fisiología realiza mejor las labores de lipólisis, que es el nombre técnico de la ruptura y utilización de ácidos grasos para obtener energía. El agua también es vital para entrenar de forma intensa, ya que una deshidratación supone una mayor fatiga, calambres y una menor intensidad. El entrenamiento es fundamental para la pérdida de peso, por lo que el agua también es vital en este sentido.
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