Internet está repleto de consejos para perder grasa, en ocasiones más acertados que otras. En muchos artículos nos dicen exactamente qué es lo que hay que hacer, pero cuando llegamos a la letra pequeña, si es que la exponen, vemos que es más un camino de espinas que de rosas. Una vez que aceptamos que perder grasa y lograr una mejor composición corporal nos va a llevar mucho esfuerzo, tiempo, perseverancia y más de un tropezón, estamos preparados para el éxito. Los siguientes apartados tienen un lenguaje muy poco técnico, pero son las bases sobre las que cimentar cualquier programa de pérdida de peso.
Consideraciones tan absurdas para perder peso que ni siquiera te habías parado a pensarlas (o al menos no las estás aplicando)
La operación biquini "son los padres"
Cada año el mismo error. Cada año llega el uno de enero, o bueno, el día 10 (ya después de Reyes) y arrancamos el propósito de ir al gimnasio cinco días por semana. A finales de enero ya vamos tres días en lugar de cinco, y a finales de febrero ya estamos pagando el gimnasio sin ir ni un día.
"Ha sido un lapsus", pensamos. "Después de Semana Santa me pongo en serio para el verano", como si en dos meses fuésemos a conseguir nuestro cuerpo soñado. Llega julio, y ya viendo que no podemos lucir en la playa ese cuerpo que imaginábamos en nuestra cabeza, volvemos a tener otro lapsus que intentamos arreglar en septiembre, pero ya sabes qué pasa en octubre.
Olvídate de la operación biquini. Olvídate de perder peso con una fecha en el horizonte, ya sean las vacaciones en la playa, la boda o cualquier evento. Céntrate en metas pequeñas cada semana. Habrá semanas mejores que otras, pero no hay prisa, ni tampoco pausa.
Haz en pequeño y piensa en grande. Perder medio kilo de grasa por semana equivale a perder en un año 26 kilos de grasa, y perder medio kilo por semana es un objetivo alcanzable y que cuadra perfectamente en un estilo de vida en el que tengas tus días buenos y malos.
Se puede perder menos grasa por día de lo que piensas
Muchas personas llaman a esa grasa acumulada a lo largo de la cintura "el flotador", y es que realmente es nuestro salvavidas, o al menos lo fue. Evolutivamente la grasa nos ha permitido sobrevivir a épocas de escasez, ya que es un almacén del que tiramos cuando no llegamos con la dieta a las calorías que necesitamos.
Nuestro cuerpo está programado desde hace miles de años para tratar a la grasa acumulada como el bien más preciado. ¿Entiendes ahora por qué es tan difícil deshacernos de ella? Podemos lograrlo, pero no es un camino fácil, y a medida que nos vamos deshaciendo de ella, el progreso se vuelve aún más complejo.
Esa es la razón por la que si queremos perder 10 kilos no lo vamos a conseguir en 10 días, bueno, sí que lo podemos conseguir, pero no serán 10 kilos de grasa, serán otra cosa. Matarnos de hambre no logrará hacernos perder más grasa, sino todo lo contrario: nuestro cuerpo entrará en modo supervivencia y se aferrará aún más a esa grasa acumulada.
Cuando afrontes un proceso de pérdida de peso, ten en cuenta que pequeños pasos harán mucho más que unos saltos drásticos al inicio. Si arrancas tu objetivo de pérdida de grasa como un elefante en una cacharrería tardarás poco en tener todo patas arriba, pero si comienzas con un modo ninja, con gestos sigilosos y seguros, aunque creas que será más lento llegar al objetivo, te sorprenderías de lo rápido que llegarías.
No hay que pasar hambre, de hecho, deberías comer más
Si estás realizando una dieta y estás pasando hambre, cambia de dieta o de dietista. Una alimentación saludable permite ingerir mucha más cantidad de comida que una mala alimentación. Haz la siguiente prueba: merienda hoy un paquete de Donuts y mañana prepara un bol grande con las mismas calorías que ese paquete.
¿Cuánto tiempo has tardado en comer cada cosa? ¿Cuál de los dos te ha saciado más? No es hambre lo que pasas con la dieta, es el deseo por ciertos alimentos insanos. Toda la vida vas a estar a dieta, sí, toda la vida vas a estar a dieta. Lee un par de veces más la frase anterior, por favor.
Hay aspectos como respirar y comer que los humanos necesitamos para vivir. Pasar por un proceso drásticos de restricciones alimenticias no te va a servir a largo plazo, así que ¿por qué pasar por él? Aprende a comer mejor cada día, pero no abandones de golpe los antojos.
Con el paso del tiempo cada vez los necesitarás menos, y llegará un momento en el que tu cuerpo directamente no te los pedirá, o te los demandará de muy vez en cuando. Sí, ese momento llegará y será por voluntad propia, así que evita restricciones externas drásticas que no te ayudarán, a menos que tu salud dependa de ello.
No seas una persona sedentaria que entrena
El día tiene 24 horas, de las que se recomienda dormir ocho. Si pasamos las 16 horas restantes con un reparto de 15 horas sentados y una hora entrenando, seremos personas sedentarias que entrenan, pero no podemos considerarnos como sujetos activos.
Una persona activa es aquella que se mueve a lo largo del día, ya sea limpiando la casa, andando al trabajo, yendo a la compra y haciendo muchas tareas que le demanden movimiento durante horas. A ese tiempo activos le añadiremos una hora de entrenamiento de fuerza o de resistencia a una intensidad mayor y tendremos la fórmula ganadora para perder grasa.
Ser una persona sedentaria que entrena una hora, o ser una persona activa que no entrena no es lo peor que podemos hacer, pero tendrá una de sus patas cojas, y no será lo óptimo para lograr nuestro propósito de bajar el porcentaje de grasa corporal.
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Imágenes | Jay Kettle-Williams (Unsplash), Elena Leyla (Unsplash), Anna Pelzer (Unsplash), Mic Jefferson Agloro (Unsplash), Alexandra Tran (Unsplash),