Un estudio publicado en la revista Sleep (lo podéis leer en inglés en sleepjournal) encontró relación entre la privación de sueño y una ingesta de alimentos de baja calidad, con tendencia a comer comida basura o alimentos ricos en grasas.
Sabemos que el descanso nocturno es fundamental para afrontar bien el día a día. Pues resulta que dormir poco genera la liberación de sustancias que alteran la conducta, induciendo sensación de hambre y deseo de comer más.
En el estudio compararon sujetos que durmieron 8 horas con otros que solo durmieron 4 horas y media, comprobando que la liberación de sustancias (endocannabinoides) era más importante en el segundo grupo, lo cual relacionaron los investigadores con que el segundo grupo tomaba más comida, eligiendo además comida de menos calidad.
La muestra es pequeña y solo fueron 4 noches en esas condiciones de sueño, pero los datos vuelven a reafirmar la importancia de un descanso nocturno correcto para que nuestro organismo funcione adecuadamente, y evitemos malas conductas alimenticias como las que sufrieron los sujetos del estudio.
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