Uno de los principales problemas que nos preocupan cuando realizamos una dieta de adelgazamiento es la rápida pérdida de peso y el consiguiente descolgamiento y flacidez de determinadas zonas de nuestro cuerpo. Lo mismo sucede con otras zonas que no podemos reducir de volumen por acumularse en ellas líquidos que con la dieta no se eliminan y que nos traen de cabeza. Para estos inconvenientes podemos utilizar las duchas de agua fría localizadas.
El agua fría en determinadas partes del cuerpo nos ayudará a mejorar el tono de esa zona ayudando a que los tejidos mejoren su estado y se mantengan más flexibles. La acción que el agua fría tiene en nuestro cuerpo es la de acelerar la circulación de la sangre, que aumentará considerablemente en la zona en la que aplicaremos las duchas. Este aumento de la circulación nos ayudará a mantener los tejidos nutridos y perfectamente hidratados ayudándonos a mejorar su aspecto y conseguir una recuperación más rápida después de una pérdida de peso brusca.
Lo mismo sucede con las retenciones de líquidos y grasas en algunas zonas del cuerpo. Al aumentar el riego sanguíneo conseguiremos un mejor drenaje de esa parte del cuerpo que mejorará su aspecto en un periodo corto de tiempo.
Estas duchas debemos dárnoslas a diario y para ello es también aconsejable utilizar la presión del agua a modo de masaje para favorecer la movilidad de los tejidos y conseguir aumentar los resultados de las duchas de agua fría en las determinadas partes de nuestro cuerpo.
Imagen | alexfrance
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Oberon
yo siempre, después de entrenar, me ducho normalmente, y al final cambio a agua totalmente fría y la aplico sobre las piernas, me sienta de miedo, me quedo mucho más descansado y he notado mayor tono muscular desde que lo hago.
leonidas
Hola a todos!, en primer lugar, comentar que las duchas de agua fría no aumentan el flujo sanguineo en las zonas en donde son aplicadas, ocurre todo lo contrario, las venas y arterias se contraen, con lo cual el flujo sanguineo disminuye.
El efecto positivo de la aplicación de agua fría, rádica precisamente en este efecto sobre la circulación, ya que al reducir el flujo sanguineo los tejidos se desinflaman más rapidamente, suponiendo que haya habido un entrenamiento previo.
De todas maneras, aunque no haya un entrenamiento previo, las duchas de agua fria también son beneficiosas, sobre todo en las piernas, para evitar problemas circulatorios, ya que al contraerse las venas se facilita el retorno venoso hacia el corazón.
Teóricamente, mientras un tejido está inflamado no comienza su regeneración. Es por ello, que si conseguimos reducir la inflamación de los tejidos después de un entrenamiento, nuestra recuperación puede que sea más rápida.
Aunque parece ser que aún no está muy claro este asunto. Os dejo un link muy interesante al respecto:
http://www.sobreentrenamiento.com/Publice/Articulo...
Saludos!.