Caminar, simplemente caminar, puede ser un ejercicio muy completo y beneficioso para nuestro organismo; pero si además quieres realizar una caminata que beneficie tu postura corporal, te mostramos la forma correcta de llevarla a cabo.
Caminar cuidando la postura corporal
En primer lugar, para que caminando únicamente obtengamos beneficios y no perjudiquemos en absoluto nuestra columna, recomendamos llevar siempre el torso erguido, no curvando ni tampoco arqueando la espalda.
Mirar hacia el horizonte y no hacia el suelo resulta clave para no sobrecargar las cervicales y de esta forma, cuidar nuestra postura corporal.
Dado que los músculos estabilizadores son aquellos que se encuentran en la zona media de nuestro cuerpo, recomendamos contraer abdominales de manera tal de contribuir al mantenimiento de nuestro torso erguido y de beneficiar en todo momento nuestra postura.
No movilizar las caderas y realizar pasos no demasiado largos resulta fundamental para realizar un gesto lo más natural posible.
Utilizar un calzado apropiado, es decir unas zapatillas deportivas, resulta fundamental evitando en todo momento caminar con tacones, que pueden desequilibrar nuestra cuerpo y entorpecer la salud de la columna y la adecuada postura.
Caminar con la barbilla en alto y los hombros hacia atrás es otra buena forma de contribuir una correcta postura corporal y ejercitar la misma para proteger la salud.
Además, si usamos cargas, recomendamos repartir la misma de forma equilibrada en ambos lados del cuerpo y evitar en todo momento llevar por ejemplo, una mochila o bolso colgado de un sólo hombro.
Esta es la mejor forma de caminar si quieres cuidar tu postura corporal y obtener sólo beneficios andando cada día.
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Imagen | Tamar Willoughby