Son muchas las personas que se van de fiesta cuando empieza el fin de semana, realizando un consumo de alcohol que, en ocasiones, viene acompañado de bebidas con cafeína.
El problema viene cuando la cafeína, que no es un componente tóxico per se, se acompaña de alcohol, que sí es tóxico, pudiendo generar problemas serios.
Mezclar alcohol con bebidas con cafeína (como puede ser un cubata con red bull) es, por desgracia, una práctica común y riesgosa. Las bebidas energéticas son un tipo de bebida con cafeína que pueden ser especialmente problemáticas cuando se usan para mezclar debido a su contenido de cafeína relativamente alto en combinación con su perfil de sabor altamente endulzado.
Además, hay estudios que informan que mezclar alcohol con bebidas de este tipo fomenta todavía más la ingesta de alcohol por el sabor dulce, por lo que aumentaría el riesgo de los problemas que conlleva un consumo alto de alcohol.
La absorción de cafeína es rápida y completa en los seres humanos, ya que el 99 % de la cafeína ingerida se absorbe en el tracto digestivo en 45 minutos. Además, esta absorción no se modifica cuando hay un consumo de alcohol.
Por otro lado, el alcohol ingerido, también se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo desde el estómago y el intestino delgado, y se distribuye por todo el cuerpo. Con el estómago vacío, los niveles máximos de alcohol en la sangre ocurren aproximadamente 30 minutos después de la ingesta de alcohol.
Dentro de los problemas a nivel fisiológico nos encontramos con que hay un aumento a niveles peligrosos de la frecuencia cardíaca y presión arterial. Además, hay un aumento de algunos marcadores como glucosa, insulina, cortisol, dopamina, norepinefrina y epinefrina que, junto con el aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial puede dar lugar a un infarto.
Por otro lado, puede dar lugar a una mayor deshidratación, ya que tanto el alcohol y la cafeína son dos sustancias que aumentan la concentración de hormonas diuréticas.
Finalmente, se ha visto una mayor excitación debido a que la cafeína inhibe unos neurotransmisores que generan somnolencia y se ha observado que la ingesta de la cafeína junto con el alcohol, aporta mayor sensación de control y poder sobre lo que se está haciendo.
Esto da más seguridad a la hora de coger el coche, por ejemplo, y aunque se tenga esa sensación de control, la persona es más lenta a nivel de reflejos y tiene las mismas o más probabilidades de tener un accidente.
Nuestra sugerencia es que, dentro de nuestras posibilidades, bebamos la menor cantidad de alcohol posible por los efectos adversos que tiene y que, si vamos a beber, bebamos la menor cantidad posible y no lo combinemos con nada.
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