Un comentario inocente de su hijo hizo que Jason Henriques empezase a entrenar y perdiera 73 kilos en un año. En el proceso hubo también un cambio de mentalidad y un estilo de vida totalmente nuevo con una salud física y mental significativamente mayor.
"Quiero una barriga como la tuya": el cambio total de Jason Henriques para que su hijo no se pareciese a él
Jason Henriques tiene 44 años actualmente, pero cuando tenía 37 ocurrió un suceso que para muchos, incluso para él mismo, podría pasar desapercibido. Sin embargo, cuando su hijo de tres años en ese momento le dijo que cuando fuese mayor quería tener una barriga tan grande como la suya, algo hizo clic en Jason.
El periódico Today.com recoge la entrevista completa de Henriques en la que cuenta cómo se inicio esa chispa para perder peso y qué ocurrió en el proceso. El mayor problema de Jason no era el peso en sí, que también le impedía desarrollar su día a día con normalidad, sino el asma, alergias, hernias discales, problemas digestivos e incluso ligamentos de rodillas rotos por su excesivo peso.
El comentario de su hijo hizo que Henriques se replantease su vida, tanto por él como por el ejemplo que le daba al pequeño. Sabemos que los adultos somos ejemplos a seguir por los niños y cuando Jason visualizó a su hijo en su misma posición sucedió ese clic con el que comenzó una vida más saludable.
De caminar al remo, la máquina que cambió todo para Jason Henriques
Al día siguiente comenzó su nueva vida caminando con su hijo Wyatt en el cochecito. Lo que Jason se repetía día tras día cuando salía a caminar era: tengo que hacer esto. Tengo que ser un mejor padre. Tengo que ser un mejor modelo a seguir. Cambié completamente mi mentalidad y me comprometí por completo, como recoge Today.com.
Un tiempo después de comenzar a caminar, ya con una mejor forma de la que tenía el primer día y con peso perdido, su entrenador le pidió que remara 1.000 metros en la máquina de remo. Hasta ese momento, Henriques había caminado, pedaleado en bicicleta e incluso trotado un poco cuando ya bajó bastante peso, pero nunca remado.
Debido al peso que todavía tenía Henriques, descubrió en el remo el mejor aliado para entrenar sin el impacto de caminar o trotar, ni el excesivo peso en el sillín en la bicicleta. A partir de entonces comenzó a introducir el remo en sus entrenamientos en los que incluso añadía sesiones de tipo CrossFit.
El remo, la máquina que cambió su vida personal y profesional
El siguiente paso fue apuntarse a carreras de obstáculos como la Spartan Race, a lo que arrastró a su esposa e incluso ahora a sus hijos. Wyatt, que tenía tres años cuando quiso parecerse a su padre y a su enorme barriga, ahora tiene 11 años y corren codo a codo en este tipo de carrera e incluso terminó un triatlón hace poco.
Jason también ha conseguido completar triatlones y todo tipo de retos físicos. Hasta ahora no hemos hablado de peso perdido porque lo importante es poner en relieve que la motivación es la que hace eficaz la pérdida de peso, no mirar la báscula cada semana.
En un año, Jason perdió 73 kilos, pero como hemos visto lo realmente importante es que cambió su forma de vivir. Ahora es muy activo y ha transferido esa pasión por el ejercicio físico a toda su familia.
Por supuesto, en este camino también ha cambiado su forma de alimentarse, y gracias a este combo sus problemas gastrointestinales han desaparecido, apenas tiene asma y sus articulaciones le dan muchos menos quebraderos de cabeza por el dolor.
Las hernias discales siguen ahí, pero gracias al fortalecimiento de la zona media con ejercicios de fuerza ahora está mucho más protegida. A sus 44 años se encuentra mucho mejor que cuando tenía 24 años. De hecho, cambió hasta su vida laboral porque ahora es director general de Row House en Monroe, Connecticut, ayudando a otras personas a mejorar su forma física.
En Vitónica | El cambio de mentalidad de Manu Palop que le llevo a perder 60 kg en su espectacular transformación física
Imágenes | Jason Henriques (Instagram)
Ver 0 comentarios