La memoria juega un papel importante en el funcionamiento social y calidad de vida. La memoria a menudo se clasifica en 3 fases, incluida la codificación, la consolidación y la recuperación.
La codificación de la memoria es un proceso biológico complejo iniciado durante la experiencia de un evento. La precisión de la codificación está moderada por la medida en que se asignan los recursos atentos durante el estímulo. La consolidación de la memoria ocurre después un evento y describe los fenómenos a nivel celular (como por ejemplo síntesis de proteínas que facilitan la comunicación entre neuronas) y a nivel de sistemas (como la comunicación entre el hipocampo y otras áreas neocorticales). La recuperación de la memoria puede estar influenciada tanto por la codificación como por la consolidación de la memoria.
Tipos de memoria
Los tipos de memoria incluyen la memoria sensorial, que es la capacidad para retener impresiones de información sensorial; memoria a corto plazo, que es el recuerdo temporal de información; memoria de trabajo, que es la memoria a corto plazo que involucra un componente de función ejecutiva), y memoria a largo plazo, que es la memoria retrospectiva.
La memoria a largo plazo se subdivide en memoria explícita/declarativa, que es el tipo de memoria de hechos/sucesos que pueden ser recordados conscientemente, memoria implícita/procedimental, que es el tipo de memoria que te permite saber cómo hacer cosas, y memoria prospectiva, que es el contenido para ser recordado en el futuro.
Con respecto a la memoria explícita/declarativa, hay 2 subtipos, que incluyen memoria episódica, que son las experiencias y eventos en forma serial y la memoria semántica, que son los registro de hechos, significado, conceptos y conocimiento sobre el mundo exterior.
Memoria y cognición durante la adultez y vejez
Es normal que a medida que vamos envejeciendo, haya una pérdida de funciones cognitivas, entre las cuales se encuentra la memoria. Aunque sí es cierto que puede ocurrir a medida que envejecemos, no deberíamos tomarlo como algo normal y que es el curso de la naturaleza ya que podemos evitarlo o, como mínimo reducir su avance.
Para ello está el ejercicio. Creemos que la principal función del cerebro es pensar, pero para nada es así. Una de las principales (aunque no la mas importante), es la de movernos, por lo que una persona que no se mueve, es una persona cuyo cerebro va envejeciendo más o menos rápido.
No solo parece que tenga beneficios durante estas dos etapas de la vida, sino que también podría tener beneficios en las etapas más tempranas de la vida.
Ejercicio físico, coginición y memoria
Numerosas investigaciones han evaluado los efectos del ejercicio sobre la función cognitiva (incluida la función de la memoria) en adultos mayores, así como en niños y adolescentes. Sin embargo, menos investigación ha evaluado los efectos del ejercicio sobre la función de la memoria entre adultos jóvenes y de mediana edad.
Lo que se ha visto gracias a la evidencia experimental y de observación, es que el ejercicio puede ayudar a facilitar la función de la memoria, particularmente entre los adultos mayores.
Por otro lado, dentro de la población de adultos jóvenes y de mediana edad (incluidos aquellos con y sin depresión), el ejercicio tanto agudo como crónico puede ayudar a mejorar varios parámetros relacionados con la memoria.
Por tanto, el ejercicio ya no es solo positivo a nivel físico o psicológico, sino también a nivel cognitivo, por lo que NUNCA es tarde para empezar a entrenar, ya que por un lado y/o por otro, obtendrás enormes beneficios.
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