El descanso de calidad cada noche resulta clave para el cuidado de la salud, y en su logro no sólo influye lo que comemos, el ambiente al momento de dormir o las horas disponibles para hacerlo, sino también, la variabilidad en los horarios. Un estudio reciente señala que patrones de sueño irregulares afectan el humor e incrementan el riesgo de depresión al entorpecer el descanso.
Ser regulares para ir a la cama y despertarnos, puede beneficiar la salud mental
La investigación analizó datos de más de 2000 médicos residentes o pasantes a los cuales se evaluó mediante cuestionarios para identificar síntomas depresivos, con una aplicación se analizó el humor y estado de ánimo de cada día y el sueño se evaluó mediante un dispositivo portátil.
Los resultados señalan que una mayor variabilidad en la duración del sueño y el tiempo de vigilia así como acostarse más tarde se asoció a mayores síntomas depresivos. Asimismo, los patrones de sueño irregulares afectaron considerablemente el estado de ánimo.
Por el contrario, quienes se acostaban más temprano, dormían más horas, despertaban más tarde y tenían mayor consistencia en estos parámetros, tuvieron menos síntomas depresivos y mejor humor al día siguiente.
El estudio nos lleva a pensar que además de cuidar la calidad y cantidad del descanso, es importante establecer una rutina y respetar la misma día a día, pues nuestro reloj interno o el biorritmo de nuestro cuerpo puede sufrir ante tanta irregularidad en los patrones de sueño así como en otros hábitos.
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