La busqueda de la felicidad ha perseguido a todos los seres humanos desde hace años. Filósofos, religiososo, científicios e intelectuales de todo el mundo y todas las épocas han intentado descifrar la receta de la felicidad.
Muchos de nosotros nos preguntamos si aquello que llamamos felicidad no será solo instantes fugaces imposibles de retener. O si, en cambio, la felicidad es un estado más constante que, a veces, se ve enturbiado por momentos de infelicidad. Lo que sí sabemos, o al menos la ciencia indica, es que hay una serie de cosas gratuitas - a mí la palabra gratis ya me alegra bastante - que nos pueden acercar a la felicidad. Sea eso lo que sea.
Hacer ejercicio físico y deporte
Si hay algún consejo que nosotros siempre os damos para estar saludables es que hagáis deporte y ejercicio físico en la cantidad que os sea posible. Pero la realización de deporte no solo nos ayuda a cuidar de nuestra salud física, sino que nos acerca un poquito más a la felicidad.
Si no tenemos ganas de hacer ejercicio físico para cuidar de nuestra salud, al menos hacerlo para ser más felices es una buena excusa. Numerosas investigaciones han encontrado una relación entre nuestra actividad física y nuestros niveles de felicidad. Cuanto más activos somos menos riesgo tenemos de padecer ansiedad o depresión.
Dormir más y, sobre todo, dormir mejor
Pocas cosas me hacen más feliz en la vida que dormir. Debe ser porque no duermo demasiado bien normalmente, pero una noche de sueño reparador me hace más feliz que la gran mayoría de las cosas.
Según las investigaciones científicas no debo ser la única, según algunos estudios indican, las personas que duermen las horas suficientes son más felices que aquellas personas que no tienen un sueño suficiente o reparador. Tan importante - o más - que el número de horas es la calidad de nuestro sueño. Como queremos ser parte de vuestra felicidad, desde Vitónica os contamos una serie de consejos que os ayudarán a dormir mejor cada noche.
Pasar tiempo al aire libre
Actualmente vivimos, trabajamos, vamos al gimnasio, a clase y etc. y lo hacemos todo en edificios, muchos de los cuales tienen pocas y pequeñas ventanas y excasa luz natural. No es de extrañar, por tanto, que la idea de pasar cierto tiempo al aire libre - especialmente los día que hace bueno - nos llene de dicha.
Una serie de investigaciones han encontrado que las personas que practican actividades al aire libre durante sus vacaciones muestran mayores niveles de felicidad. Además, sabemos que hacer ejercicio físico al aire libre ayuda a mejorar nuestro bienestar general.
Tener una vida social
Los seres humanos somos seres sociales y a la gran mayoría no solo es que nos guste relacionarnos con otras personas, sino que necesitamos hacerlo. Tanto es así que tener una buena vida social y amigos ayuda a cuidar nuestra salud y nuestro bienestar.
Mantener relaciones sociales satisfactorias y estables se ha relacionado en numerosas ocasiones con la felicidad. No solo tener una pareja o hijos, sino mantener relaciones de amistad significativas y estables. Incluso el hecho de mantener una relación estrecha con nuestros vecinos puede influir. Las amistades que se relacionan a menudo y mantienen una relación de calidad se han asociado en algunas investigaciones con nuestra satisfacción vital.
Aceptar todas nuestras emociones
Las emociones negativas no acaban de estar, todavía del todo bien vistas. Desde pequeños nos enseñan a reprimir los enfados, la tristeza, las lágrimas o la ira porque no son emociones cómodas ni agradables. Es por eso que muchos de nosotros tenemos herramientas para lidiar con emociones como la alegría o la diversión, pero no las tenemos para hacerlo con las emociones negativas.
Sin embargo, aunque no sepamos manejarlas, las emociones no desaparecen por sí mismas, por lo que nos seguimos enfadando, y estando tristes, y sintiendo envidia, etc. Lo que hacemos con estas emociones que no nos gustan es reprimirlas y fingir que no existen. Mala idea. Recientes investigaciones han encontrado que reprimir estas emociones que no nos gustan nos hace ser más infelices.
Acercarnos a la felicidad pasa por expresar cómo nos sentimos y darle su sitio a todas nuestras emociones. Por ello, aprender a manejar y ser capaces de expresar las emociones "negativas" con asertividad es un primer gran paso que nos acercará a la felicidad.
Dedicar más dinero a las experiencias que a las cosas
En numerosas ocasiones habremos escuchado que el dinero no da la felicidad y, seguramente, te hayas encontrado a ti mismo disintiendo. La realidad es que el dinero podría ayudarnos a llegar a la felicidad, pero no de cualquier manera.
Investigaciones realizadas al respecto han encontrado que el dinero nos ofrece más felicidad cuando lo dedicamos a conseguir experiencias vitales, en vez de al gastarlo en cosas materiales. Es por ello que, si lo que buscamos es la felicidad, quizás sea mejor gastar el dinero en viajes, actividades o aventuras, que en otras cosas que nos ofrecerán satisfacción inmediata, pero breve.
Usar cierto tiempo para desconectar y relajarnos
Trabajamos, organizamos nuestros hogares, cuidamos de nuestras responsabilidades, atendemos a las necesidades de nuestra familia y casi no tenemos un respiro para nosotros mismos. Sin embargo, ese respiro podría ser muy necesario, especialmente para aquellos de nosotros que pasamos gran parte de nuestro tiempo conectados a Internet y redes sociales.
Desconectarnos de las redes sociales, alejarnos del móvil, del email y dejar de estar disponibles a todas horas podría ser bueno para mejorar nuestro bienestar y felicidad.
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