Cada vez es más frecuente encontrar personas que sufren problemas relativos al sueño como por ejemplo el insomnio, y lógicamente esto repercute negativamente en todos los aspectos de nuestro día a día.
Dado que el yoga es una actividad que puede ayudarte a relajarte y a dormir mejor, vamos a enseñarte cinco asanas o posturas que te ayudarán a conciliar el sueño.
La idea es que permanezcas en cada una de ellas durante un periodo de entre tres y cinco minutos mientras aprovechas para mantener una respiración profunda y calmada.
Todas las posturas están orientadas a reducir la tensión y el estrés que se generan a diario sobre los distintos grupos musculares, que no somos capaces de eliminar y que pueden lastrar nuestro sueño.
Uttanasana, o postura de la pinza
Para hacer la postura de la pinza, colócate con los pies a la anchura de las caderas y espira lentamente mientras tratas de llevas tu cabeza hacia tus pies, de manera que estires la espalda baja y la columna.
No te preocupes si no llegas al suelo porque el objetivo del ejercicio no es este; el objetivo es estirar tu columna y relajar los músculos de tu espalda y tus isquiosurales.
Si sientes dolor o molestias en los isquios, relaja tus rodillas flexionándolas ligeramente de manera que puedas sacarle partido a la postura.
Balasana, o postura del niño
Ten cuidado si tienes molestias en la cadera o en las rodillas si vas a llevar a cabo la postura del niño, porque en ella estas dos articulaciones requieren alcanzar un alto grado de flexión.
Esto postura consiste en arrodillarte en el suelo dejando las plantas de los pies hacia arriba, mientras tratas de llevar la cabeza hacia el suelo, flexionando para ello la cadera y la columna.
Deja que tus brazos reposen cerca de tus piernas, con las palmas de las manos apuntando hacia arriba. Desde ahí, intenta que tus escápulas se alejen para liberar parte de la tensión de tus hombros mientras espiras.
Savasana, o postura del cadáver
La postura del cadáver es la postura habitual con la que finalizan muchas sesiones de yoga, y es que es la postura con la que se vuelve a la normalidad mediante la espiración progresiva y la relajación continua de todos los músculos.
Tan solo tendrás que tumbarte boca arriba en la colchoneta, dejando los pies separados a la altura de la cadera, relajados. No debes notar ningún tipo de tensión en la espalda ni en los hombros.
Supta Baddha Konasana, o postura del zapatero reclinado
Si a la hora de conciliar el sueño te molesta la zona de las ingles o de la cadera, la postura del zapatero reclinado puede ser una gran opción, aunque es conveniente que tengas cuidado en caso de que padezcas una lesión en el miembro inferior.
Para hacerla tendrás que acostarte en la colchoneta, flexionando las rodillas y enfrentando las plantas de los pies, acercándolos a la cadera y dejando que esta se abra gracias al propio peso de tus piernas.
No trates de presionar tus piernas para aumentar el grado de estiramiento. En su lugar, relájate y deja que la gravedad haga el trabajo.
Ardha Uttanasana, o postura de la media pinza
Evidentemente, la postura de la media pinza es similar a la de la pinza, pero en este caso la diferencia radica en que la columna no se arqueará, sino que se mantendrá en una posición neutra mientras que serán la cadera y los hombros las dos únicas articulaciones que se flexionen.
Con las rodillas extendidas pero sin tensarlas trataremos de flexionar nuestra cadera tanto como nos sea posible inclinándonos hacia delante sin curvar nuestra columna.
Levantaremos nuestros brazos tratando de alargar la columna y todo esto nos ayudará a reducir la tensión en la zona de los isquios, los glúteos y los gemelos.
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