Un grupo de investigadores del Imperial College London , han desarrollado un nuevo sensor con el que se puede optimizar el entrenamiento físico. Se coloca detrás de la oreja y se encarga de supervisar nuestros movimientos midiendo la longitud y frecuencia de nuestros pasos, la aceleración que ejercemos por ejemplo en una carrera, etc. Sus reducidas dimensiones hacen de este sensor una herramienta eficaz de control en distintos deportes, siendo capaz de realizar mediciones de nuestros ejercicios en tres dimensiones gracias a un acelerómetro. Los datos obtenidos son transmitidos de forma inalámbrica a un ordenador que procesa la información en tiempo real. De momento, todavía se están haciendo distintas pruebas para ampliar los datos que el ingenio puede recibir.
El nuevo dispositivo además puede ser utilizado en otros campos como el de la medicina, obteniendo los datos de la rehabilitación de pacientes para conocer la correcta evolución o incluso medir la progresión de una enfermedad neurodegenerativa gracias a los cambios detectados en los movimientos habituales que se puedan realizar. Todavía deberemos esperar casi dos años hasta que el sensor se ponga a la venta, seguramente más de un centro médico y un deportista habrá centrado su atención en él.
Vía | Engadget Más información | ABC News
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