Entre las diferentes frutas que encontramos a nuestra disposición, la ciruela es una de las que encuentra su mejor temporada de consumo durante el verano y de la cual hoy te contamos sus propiedades, beneficios y cómo usarla en la cocina.
Propiedades de la ciruela
Como la mayor cantidad de las frutas frescas, la ciruela posee un elevado contenido acuoso y su nutriente predominante son los hidratos de carbono.
Aporta menos de 50 Kcal por cada 100 gramos siendo por ello un alimento de baja densidad calórica, y alta densidad nutritiva debido a que concentra una apreciable proporción de fibra, vitaminas y minerales varios dentro de los cuales destaca su contenido en potasio, carotenos, vitamina A y vitaminas del grupo B.
En menor medida la ciruela aporta vitamina C, magnesio y calcio al organismo. Por otro lado, como señala un estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry las ciruelas son poseedoras de diferentes compuestos fenólicos entre los que destaca la presencia de quercetina y kaempferol que poseen efecto antiinflamatorio y antioxidante en el organismo.
Asimismo, la presencia de fitoquímicos como las antocianinas confieren a las ciruelas propiedades antioxidantes que se incrementan considerablemente con la maduración de la fruta según concluye una investigación publicada en Food Chemistry.
Los beneficios de las ciruelas
Las ciruelas por su bajo aporte energético, su riqueza en fibra y su alto contenido acuoso pueden ser una fruta que brinda saciedad con pocas calorías, siendo por ello una buena opción para dietas de pérdida de peso.
Por otro lado, por su riqueza en potasio es una fruta que favorece la hidratación y que también puede contribuir al funcionamiento adecuado del intestino, acelerando el tránsito intestinal y controlando el estreñimiento. gracias a su riqueza en fibra.
De igual forma, sus compuestos fenólicos y sobre todo sus antocianinas que confieren un color rojo azulado a su piel pueden reducir el riesgo de sufrir muchas enfermedades metabólicas mediadas por procesos inflamatorios como la obesidad, la diabetes u otras y además, tener efecto antiproliferativos siendo por ello de ayuda para prevenir o controlar el cáncer como señala una revisión publicada en 2013.
Por último, sus compuestos fenólicos no sólo tendrían beneficios por su efecto antiinflamatorio y antioxidante sino también por influir positivamente sobre la flora intestinal como señala un estudio realizado en España.
Así, los efectos positivos del consumo de ciruelas serían muchos y alcanzaría el sistema de defensas del organismo promoviendo la salud toda.
Cómo usar ciruelas en la cocina
La ciruela puede consumirse fresca y con su piel habiendo higienizado muy bien la misma previo a su ingesta, siendo de esta forma un buen snack para comer entre horas.
También puede incorporarse a preparaciones varias como puede ser un sabroso sándwich, una salsa para carnes o pescado, un crumble o pastel ideal para la hora del postre o para acompañar un té.
También pueden formar parte de una ensalada o de una macedonia de frutas frescas hecha en casa, ideal para los meses de más calor.
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