Ya sabemos que los alimentos ultraprocesados no le vienen especialmente bien a nuestra salud y a nuestra forma física, ya que contienen una gran cantidad de calorías procedentes de ingredientes insanos y carecen de nutrientes que necesitamos.
Como tal podemos utilizarlos de manera inteligente para disfrutar ocasionalmente de su sabor mientras mejoramos nuestra adherencia a una buena dieta, pero el problema viene cuando su consumo es regular y cuando ni siquiera somos conscientes de que los estamos comiendo.
Ese es el caso de estos tres ultraprocesados que te estás llevando a la boca sin darte cuenta. Es conveniente que si los consumes de manera habitual trates de reducir su ingesta cuanto antes porque desde luego lo más probable es que no te estén haciendo ningún favor.
Productos dietéticos
La práctica totalidad de los productos dietéticos son innecesarios y solo sirven para llenar los bolsillos de quienes los fabrican.
La mayoría de ellos eliminan la fracción grasa para después sustituirla por azúcar. El producto final puede ser algo menos calórico, pero no deja de ser muy poco recomendable y para nada saludable.
Ten en cuenta que los alimentos que realmente son saludables no necesitan marketing. No verás ningún establecimiento que intente destacar por ejemplo el contenido de fibra de unos garbanzos.
Cereales y barritas de desayuno
Tanto los cereales como las barritas de desayuno han conseguido aparentar ser muy saludables, pero la realidad es completamente distinta ya que sus ingredientes principales son la harina refinada de trigo y el azúcar.
Si además se les añaden aceites vegetales refinados se consiguen productos con un sabor muy potente y adictivo, pero que son muy perjudiciales para la salud.
No es nada raro que estos productos contengan hasta 30 gramos de azúcar por cada 100 de alimento, pero los fabricantes los enriquecen con vitaminas para poder destacarlo en los envases.
De esta forma, aunque el producto siga siendo muy poco saludable consiguen una imagen mucho más limpia y una mejor percepción por parte del consumidor.
Galletas integrales
Las galletas son ultraprocesados bastante similares a los anteriores, con la diferencia de que en este caso la harina no es refinada sino que es parcialmente integral.
Con esto, y con el uso de edulcorantes en lugar de azúcar, los fabricantes tratan de defender al producto a capa y espada.
El problema es que de nuevo los consumidores terminan volviendo a percibir a las galletas como saludables ya que son integrales o sin azúcares añadidos.
Por ello consideran que pueden consumir cantidades significativas a diario, suponiendo todos estos productos una gran parte de su alimentación.
La realidad es que ni las galletas, ni las barritas, ni los productos dietéticos son saludables. No deberíamos considerar que son buenos alimentos y no deberíamos incluirlos habitualmente en nuestra alimentación si realmente nos importa nuestra salud.
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