Las bebidas energéticas son aquellas orientadas a dar un aporte revitalizante que promete llenar el cuerpo de energía. Contienen diversas sustancias estimulantes (cafeína principalmente) que pueden provocar problemas si se toman sin moderación, por eso hay que tener precaución con el consumo de bebidas energéticas, para no llevarnos un susto.
En datos referidos a Estados Unidos, entre 2007 y 2011 se duplicaron el número de visitas a los servicios de urgencias por personas que habían consumido bebidas ricas en cafeína.
La mayoría de los casos (cerca de 21.000) fueron protagonizados por adolescentes y adultos jóvenes, con un aumento progresivo y llamativo en personas de más de 40 años de edad.
Una taza de café contiene unos 100 mg de cafeína, mientras que este tipo de bebidas, según el envase (lata pequeña hasta botella de tamaño grande) tienen entre 80 mg y 500 mg de cafeína. Además, las bebidas en algunos casos contienen otros ingredientes que potencian el efecto estimulante.
El problema es que uno suele controlar cuántos cafés se toma, y procura no abusar (aunque habrá quien lo haga), pero es más fácil abusar de un refresco con sabor agradable, servido fresquito y que promete que te ayuda a rendir mejor, tanto física como mentalmente.
Seguro que todos conocemos a quien se toma dos y tres de estas bebidas energéticas durante una noche de estudio, o después de una noche de no dormir bien. O ya para rematar, aquellos que mezclan estas bebidas estimulantes con un depresivo como es el alcohol.
La cafeína afecta al sistema cardiovascular provocando taquicardia y subida la presión arterial, por lo que una vez más tenemos que apelar al sentido común, a saber leer las etiquetas de los productos y cuidar de no abusar de la cafeína y resto de sustancias estimulantes.
Imagen | Tambako the Jaguar
En Vitonica | Los riesgos de mezclar alcohol con bebidas energéticas
Fuente | Salud univision
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