Hoy celebramos el Día Nacional de la nutrición, y en una época en la que las dietas milagro, los regímenes detox y las "pastillas mágicas" para perder peso están a la orden del día, no podían faltar unos consejos para que mantener una dieta saludable nos sea más sencillo.
Con toda la información que tenemos a nuestra alcance, la buena y la no tan buena, es complicado saber quién dice la verdad en cada caso. Por eso es importante que tengamos claras las bases de una alimentación sana que nos permita alcanzar nuestros objetivos físicos y mantener una buena salud.
Acude siempre a profesionales de la alimentación: los dietistas-nutricionistas son los profesionales adecuados en este caso, y aquellos que pueden guiarnos a la hora de mantener una alimentación saludable o ayudarnos en nuestra pérdida o subida de peso. Ellos te aconsejarán sobre tu alimentación de manera personalizada, teniendo en cuenta tus características físicas y tus motivaciones.
Las frutas, verduras y hortalizas como base de nuestra alimentación: nutrientes de buena calidad, fibra, vitaminas y agua forman parte de los alimentos del reino vegetal. comer cinco raciones diarias es una buena forma de asegurarnos un buen aporte de estos alimentos. ¡No olvides tampoco las legumbres! Son la mejor fuente de proteína vegetal.
Introduce en tu dieta proteína de buena calidad: las carnes magras como el pollo, el pavo o algunos cortes de la ternera, y el pescado son buenas fuentes de proteína para nuestra dieta. Cocínalos de forma saludable y acompáñalos de verduras siempre que sea posible.
Realiza un aporte de grasas adecuado: nos encontramos en una época en la que debemos repensar lo que siempre hemos oído sobre las grasas. Estas son necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo y la clave está en saber elegir las de buena calidad: los frutos secos, el aceite de oliva o el pescado azul son fuentes saludables.
Elige pasta y cereales integrales: los cereales integrales son aquellos que, tras su tratamiento, conservan las tres partes que lo forman (el germen, el endospermo y el salvado). También conocidos como cereales "de grano entero" o "de grano completo" nos aseguran un buen aporte de fibra dietética, calcio, magnesio, potasio, vitamina E y vitamina B.
Aprende a cocinar y hazlo de forma saludable: una de las cosas más sencillas que podemos hacer a la hora de mantener una alimentación saludable es aprender a cocinar. No hace falta que nos convirtamos en chefs con estrella Michelín, sino que basta con dominar algunas de las técnicas de cocina más sanas para dar variedad y sabor a nuestra dieta. Cocinar al wok, al vapor, a la plancha, al horno o en papillote es muy fácil y nos ayudará a variar nuestros menús y a descubrir nuevos sabores.
Más mercado y menos supermercado: comprar en el mercado también es una buena manera de apostar por una alimentación saludable. Allí puedes encontrar más alimentos que productos, tienes la posibilidad de encontrar productos de proximidad que supongan una huella de carbono menor (importante si queremos cuidar y mantener el medio ambiente) y puedes elegir tú mismo entre todo el género, dejándote aconsejar por los comerciantes de tu confianza. Escoger alimentos por encima de productos es una de las bases para una nutrición saludable.
Tu alimentación forma parte de tu estilo de vida, de las decisiones que tomamos a diario. ¡Haz que cuente!
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