Con el objetivo de perder peso y beneficiar la salud, muchos son los recursos alimenticios que tenemos a nuestra disposición. Sin embargo, hoy hablaremos de la dieta GAPS. Te mostramos en qué consiste y qué dice la ciencia sobre ella.
El origen de la dieta GAPS
El intestino se considera nuestro segundo cerebro, y los estudios han comprobado la existencia de un eje cerebro intestinal que representa la compleja relación bidireccional que existe entre el sistema neurológico y nuestro cerebro y el tracto gastrointestinal.
Así, se sabe que muchas enfermedades mentales y emocionales pueden tener relación con la composición de nuestra flora intestinal o con el funcionamiento del aparato digestivo; y al revés, el estrés y muchos problemas emocionales pueden ser la causa de enfermedades digestivas o intestinales.
Teniendo en cuenta esto, la neuróloga Natasha Campbell creo el llamado Síndrome psico- intestinal o Gut and Psychology Syndrome que por sus siglas en inglés da nombre a esta dieta.
Así, se considera que nuestra microbiota intestinal tiene un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades como el autismo o la depresión y el bienestar psicológico de las personas. Por lo tanto, la alimentación puede modificar considerablemente la salud mental y emocional ayudándonos además, a perder peso.
Este oncepto sin duda cuenta con aval científico, ya que las bacterias de nuestro sistema digestivo han demostrado tener un papel protagónico en nuestra conducta y nuestra salud mental. Por eso, Natasha Campbell ha diseñado un método para mejorar la flora intestinal y de esa forma, favorecer el control de diferentes enfermedades.
La idea original de la neuróloga creadora de la dieta GAPS era ayudar a las personas a eliminar tóxicos de su organismo y a crear microbiotas sanas. Así ha surgido esta dieta, una de las más populares del mundo, que ya cuenta con mucho marketing y productos que forman parte de la misma.
En qué consiste la dieta GAPS
La dieta GAPS que pretende beneficiar la flora intestinal y de esta forma ayudar a perder peso o a mejorar enfermedades diversas y cuidar la salud en general, consiste principalmente en eliminar completamente granos, carbohidratos refinados, azúcares, alimentos procesados y verduras, especialmente las que tienen mayores proporciones de almidón.
Por otro lado, se incentiva el consumo de alimentos fermentados, y fuentes de proteínas y grasas como carne, pescado, marisco, yogur, huevos u otros el aceite de coco. Se incorporan suplementos como probióticos, aceite de hígado de bacalao y otros que se comercializan en la página de la dieta GAPS como si fueran parte indispensable de la misma.
Se propone llevarla a cabo en dos fases: una inicial muy estricta en la que se trata de recuperar la salud intestinal y que puede durar hasta dos años, y la segunda fase que una vez considerada sana nuestra microbiota ayuda a la reintroducción de diferentes alimentos.
Lo que dice la ciencia sobre la dieta GAPS
Aunque la conexión entre nuestro intestino y nuestro cerebro ha sido comprobada la dieta GAPS no tiene relación con una alimentación favorable para nuestra microbiota, sino que por el contrario no cuenta con evidencia científica alguna.
Por otro lado, la dieta GAPS elimina y prohíbe grupos enteros de alimentos llevando esta forma a propiciar altos niveles de estrés y lejos de ayudar a mejorar la salud mental y emocional, puede perjudicarla.
De igual forma, la dieta restringe alimentos muy sanos como los granos, las verduras o las frutas, y realiza afirmaciones científicamente erróneas como que nuestro organismo necesita desintoxicarse o que es mejor comer la fruta en forma de zumo.
Asimismo, en todo lo que respecta a la dieta se evidencia un negocio con afirmaciones abstractas sin fundamento científico y con múltiples productos que se comercializan para llevar a cabo la misma.
Por esta razón, la dieta lejos de resultar beneficiosa constituye una alternativa de moda más, restrictiva y estresante que puede suponer un riesgo para el organismo y muchos perjuicios en lugar de beneficios.
En Vitónica | Estas son las razones por las que es importante que cuides tu flora intestinal (y los alimentos que te ayudan a conseguirlo)
Imagen | Foto de portada: Louis Hansel, foto 1: engin akyurt.
