En la sociedad actual es muy frecuente valorar el descenso de peso y la pérdida de kilos tal es así que solemos dar demasiada importancia a esto. Por eso, felicitar por la pérdida de peso puede ser peligroso para la salud mental.
Felicitar y sobrevalorar el adelgazamiento
Si cuando percibimos el descenso de peso en alguna persona no hacemos más que felicitarla por haber logrado deshacerse de algunos kilos, estamos ponderando en demasía la delgadez y el adelgazamiento propiamente dicho.
Valoraramos así el peso corporal y sobre todo a la pérdida de kilos, cuando en realidad lo más importante son los hábitos que hacen a nuestra salud, y no tanto el descenso de peso.
Por eso, felicitar a alguien por la pérdida de peso puede acentuar trastornos alimentarios u obsesiones sobre los kilos de peso corporal, intensificando conductas de riesgo para el organismo u otras que alteran la salud mental.
Derviarnos del peso corporal y enfocarnos en el cuidado de la salud, especialmente mediante hábitos de vida saludables, resulta mucho más favorable y valioso que haber logrado perder peso pues incluso una persona delgada o de peso normal puede no estar sana.
Por todo esto, felicitar por la pérdida de peso no resulta una conducta beneficiosa, pues estamos sobrevalorando el adelgazamiento y la delgadez, centrando el valor en solo un número cómo son los que muestra la báscula al revelar kilos de peso corporal.
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