Cada vez son más los estudios que nos dan pistas acerca de los cambios o signos que pueden manifestarse precozmente ante el desarrollo de enfermedad de Alzheimer o un declive cognitivo. Por eso, te mostramos cuál es el síntoma que parece saludable pero que puede predecir el desarrollo de demencia con el tiempo.
Peso corporal y riesgo de demencia
El peso corporal se vincula en muchas ocasiones a una mayor incidencia de Alzheimer o demencia, siendo este vínculo especialmente estudiado cuando se padece obesidad, debido a los cambios metabólicos que esta condición promueve.
Sin embargo, un nuevo estudio apunta a una reducción de peso significativa en la mediana edad como posible síntoma del desarrollo de demencia a futuro.
Concretamente, un trabajo publicado en la revista Alzheimer´ s & Dementia señala que el patrón de ganancia y pérdida de peso en la mediana edad tienen mayor relación con el desarrollo de demencia que el índice de masa corporal en sí mismo.
La investigación analizó datos del estudio Framingham del Corazón que siguió a un grupo de participantes de entre 30 y 50 años durante 39 años, y midió su peso cada dos o cuatro años para establecer la relación entre los cambios de peso y el diagnóstico posterior de demencia.
Los resultados señalan que la disminución del peso, especialmente después de un aumento inicial del mismo, durante la mediana edad constituye un síntoma que puede predecir el desarrollo de demencia años después.
Si bien es común observar un aumento de peso a medida que uno envejece, el hecho de que se produzca un adelgazamiento inesperado tras la mediana edad sería un signo de alarma que podría estar vinculado a una mayor incidencia de demencia años después.
Por lo tanto, se requiere el control del peso corporal y prestar atención a los cambios bruscos, especialmente a la pérdida sin motivo alguno en la mediana edad.
Si bien hay muchos otros factores de riesgos y hábitos que pueden influir en el desarrollo de demencia, el estudio en cuestión parece acercarnos un síntoma más que nos ayudaría a detectar precozmente un mayor riesgo de demencia y por lo tanto, a prevenir esta enfermedad o enfrentarla adecuadamente en sus inicios.
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