Que nuestro estilo de vida es cada vez más sedentario es algo innegable. Poco a poco, y cada vez más, hemos ido cambiando los trabajos más activos (en el campo, en fábricas, etc.) por otros que implicaban menos exigencia física y más tiempo sentados. Y esto lo digo desde la silla de mi oficina en mi propia casa. Inevitablemente, esto ha afectado al número de horas diarias de actividad física que hacemos.
Si a esto le sumamos que muchos vivimos en ciudades grandes en los que la movilidad a pie es complicada y que el coche y transporte público nos ha traído muchas comodidades, tenemos las bases perfectas para movernos muy poco. El problema es que el sedentarismo está relacionado con un aceleramiento del envejecimiento, mayor riesgo de morir prematuramente, aumento del riesgo de padecer diabetes tipo dos y enfermedades cardíacas, entre otras cosas.
Sabemos que parte de la solución para reducir estos riesgo pasa por movernos más. ¿Pero cuánto más? ¿Cuánto tiempo de ejercicio hay que hacer para contrarrestar los efectos de pasar mucho tiempo sentados? Una reciente investigación, publicada en British Journal of Sports Medicine podría tener la respuesta. Este estudio encuentra que 40 minutos de ejercicio físico de intenso de moderado a vigoroso por cada 10 horas que pasemos sentados podría ser suficiente.
Este estudio consiste en un metaanálisis de nueve investigaciones diferentes, con un total de 44.370 personas involucradas de cuatro países. Se analizó la información y datos de estas personas a lo largo de entre cuatro y 14,5 años. Una de las particularidades de esta investigación es que para medir los tiempos de actividad física y de sedentarismo se tuvo en cuenta la información ofrecida por diferentes dispositivos portátiles y no datos autoinformados. Esto hace que la información sea más objetiva y algo más fiable.
Lo que encontraron fue que la media de tiempo que pasaban estos participantes llevando una vida sedentaria era de entre 8,5 horas y 10,5 horas. Por otro lado, el tiempo dedicado al ejercicio físico de moderado a vigoroso era de entre 8 minutos al día y 35 minutos al día, de media. El riesgo de mortalidad aumentaba a media que aumentaba el tiempo sedentario y disminuía el de ejercicio físico.
Además de eso, en las personas que hacían entre 30 y 40 minutos de actividad física de moderada a vigorosa al día, no se observaron diferencias en el riesgo de mortalidad entre aquellos que pasaban más tiempo sedentario y los que menos. Además de esto, cualquier tipo de actividad física, como estar de pie, subir por las escaleras, hacer recados caminando, etc., parecían ayudar a reducir la relación entre sedentarismo y mortalidad.
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