Decía mi abuela que el que no sabe es como el que no ve. Y es verdad que ser principiante, en cualquier actividad, es un poco ir a ciegas por el mundo. Esto se aplica también al ejercicio físico y al deporte. No es raro que cuando empezamos no sepamos exactamente qué hacer, por dónde empezar o cómo compaginar los momentos de actividad con los de descanso y los diferentes ejercicios.
La recomendación habitual, cuando comenzamos a realizar entrenamientos de fuerza, es que empecemos con dos entrenos a la semana. La pregunta casi lógica es: entonces, ¿qué hago los días en los que no estoy entrenando fuerza? ¿Descanso absolutamente? ¿Realizó otros ejercicios? ¿Puedo quedarme en el sofá viendo Netflix?
El descanso es necesario
Cuando empezamos a hacer ejercicio es posible que caigamos en creer que tenemos que entrenar todos los días de la semana. La realidad es que los descansos son necesarios ya que, de lo contrario, podemos caer en sufrir fatiga muscular, cansancio excesivo y desmotivación - es muy difícil querer seguir entrenando cuando te duele todo el cuerpo -.
El descanso es necesario para recuperarnos del trabajo muscular e, incluso, poder ver progresión en nuestro cuerpo y poder observar los resultados de nuestro esfuerzo. En definitiva, el descanso es necesario, pero ¿cómo? Aquí es donde entra lo que se conoce como descanso activo.
Descanso activo: qué hacer los días que no entreno fuerza
¿A qué nos referimos cuando hablamos de descanso activo? Se trata de descansar, pero sin parar del todo. Por ello, lo que podemos hacer son actividades físicas ligeras. En este sentido podemos entrar a hacer ejercicios que no sean de alta intensidad, como el cardio moderado, como salir a caminar que activa la circulación sanguínea ayudando a la recuperación muscular.
Salir a correr también es una opción, pero preferiblemente lo haremos en una intensidad menor de lo habitual. Un trote moderado en un terreno no demasiado duro puede ser también una buena opción. En cualquier caso, si no tenemos costumbre de correr, es preferible que comencemos por caminar.
También podemos practicar deportes colectivos y grupales. Es decir, no solo no hay problema si el fin de semana quedamos con nuestros amigos para jugar al baloncesto o al fútbol, sino que es recomendable. Practicar Yoga y Pilates también es una excelente opción. Pero no solo eso, realizar tareas de limpieza en casa o salir de compras también se consideran una opción adecuada para realizar un descanso activo.
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