En casa las torrijas se toman todo el año. Especialmente a partir del 19 de marzo, día del padre que caen todos los fines de semana. Eso sí llevamos un par de años sin freirlas y absolutamente felices con el resultado de hacer las torrijas a la plancha con una gotita de aceite. Además este año, el propósito es acabar con el azúcar en nuestra vida.
Así que he hecho unas torrijas con pan sin azúcar, con leche y canela, pero sin limón. Para no aportarle amargor. Espero que os guste nuestra versión. Siempre podéis llegar hasta el límite que queráis con el azúcar o con otros edulcorantes o el pan. La clave es que si te ahorras freir en aceite abundante, la receta ya es mucho más saludable. Y en casa nos gustan más.
Otra buena opción es hacerlas en el microondas que también nos libraremos del aceite y siempre podemos hacerla a nuestra manera saludable.
Primero calentamos la leche desnatada para infusionar la canela. No debemos dejar que hierva. Simplemente aguantar con una buena temperatura la leche durante un rato. Yo lo hago dejando el fuego a 4, durante unos 15 minutos. Después hay que dejar reposar la leche unos 30 o 40 minutos para que esté templada y la rebanada de pan se empape bien, sin romperse. Mientras se enfría la leche batimos los huevos.
Preparamos una sartén buena que no se pegue y con un chorrito de aceite frotamos la base de la plancha y ponemos el fuego a una temperatura media/alta (en mi caso 7, cuándo llega hasta 9). Pasamos el pan por la leche, bien empapado, y luego por el huevo, escurrimos bien, y ponemos la rebanada sobre la plancha. Damos la vuelta cuándo veamos que se ha hecho un poco. Yo las hago en una gran plancha y de 3 en 3. Así que no tardo mucho. Veréis que no es necesario ni papel para escurrir después porque salen sin gota de aceite.
Conforme vamos acabando de hacer las torrijas las ponemos en una fuente y espolvoreamos con canela. El que quiera puede usar edulcorantes naturales como un chorrito de miel por encima o panela y espolvorear. Al acabar de pasar por la plancha todo el pan, se filtra la leche sobrante en la que hemos empapado el pan para que no haya tropezones y se riega con ella las torrijas de forma uniforme para que queden más jugosas. No es mucha y se suele empapar al instante. Después quedarán unas torrijas ligeras y fundentes que se toman con cuchara.
Con qué acompañar las torrijas a la plancha
Si no queremos tomar un café con leche, podemos acompañar con leche de almendra o de avena o un zumo natural de naranja. Pero además para darle dulzor a la torrija podemos añadir frutas: unas fresas maduras, un plátano maduro en rodajas o un poco de compota natural de manzana. Los más atrevidos pueden incluso añadir mango.