Cada poco tiempo nos encontramos un nuevo récord en carreras de fondo, incluso marcas que llevaban varias décadas sin poder romperse. La tecnología avanzada del calzado está detrás de esas marcas, ya que a nivel fisiológico no hemos avanzado tanto en tan poco tiempo. Estas son las cualidades que otorgan esas nuevas tecnologías a la zapatillas de running, y qué consiguen aquellos que las llevan puestas.
La tecnología avanzada del calzado
La tecnología avanzada del calzado, conocida como AFT, ha revolucionado el concepto de las zapatillas de running. Con la incorporación de nuevos elementos como placa curva de fibra de carbono u otro elemento incrustado en la entresuela para aumentar la rigidez en cada pisada, los récords no han parado de romperse.
De hecho, en alguna ocasión han llegado a prohibirse modelos de zapatillas porque superaban con creces las marcas que se producían sin ellas. Estas zapatillas han sido incluso consideradas como dopaje, ya que los nuevos récords han llegado especialmente por esa tecnología avanzada, y no tanto por la fisiología humana.
Las espumas de entresuela más flexibles y resistentes proporcionan una mayor amortiguación y capacidad de respuesta. Gracias a ello, el corredor parece que tiene unos muelles en los pies que le impulsan más y más en cada zancada, ya que se comporta como si estiras una goma elástica y la sueltas, acumulando primero energía para luego soltarla a nuestro favor.
Las mejoras de la tecnología avanzada del calzado
Una nueva tesis doctoral española, considerada como Premio a la Academia de Doctorado, ha revisado cuáles son las mejoras que ofrecen las nuevas zapatillas. Con un alto grado de evidencia científica, las zapatillas han demostrado que no se pierde velocidad en cada zancada, aspecto que sí sucedía anteriormente al frenarnos en cada impacto.
Los músculos del tobillo y los que se encargar de realizar la flexión plantar también se ven mejorados con el uso de las nuevas tecnologías en las zapatillas de running. El tendón tiene una ayuda extra cuando la suela y la entresuela potencian la energía elástica en cada zancada.
Esas tres mejoras han sido ampliamente demostradas en la literatura científica, y son las que generan las llegadas de los nuevos récords, como la del español Carlos Mayo, que batió un récord de media maratón en Valencia que llevaba 22 años sin romperse, en la que corrió a 2:49 min/km.
A ello hay que sumar otros efectos aún no probados, pero que también ayudarían, como el aspecto biomecánico que modifica la forma en que el pie apoya, o la catapulta que ofrecen las zapatillas con nuevos avances tecnológicos. Dichas mejoras son tan importantes, que debemos cambiarlas entre los 400 y 500 kilómetros porque ahí ya pierden sus beneficios.
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