En estas fechas, lo admitamos o no, los atracones de comida y los excesos alimentarios están a la orden del día: turrones, comidas y cenas de empresa, la cena de nochebuena y nochevieja, las copas de fin de año... Y posteriormente, el primer día del año, llegan los remordimientos y las prisas por perder esos kilos que hemos acumulado.
Y nuestro cuerpo es tan "gracioso", que tiende a acumular el exceso de grasa en puntos concretos de nuestra anatomía, haciendo que todos nuestros esfuerzos se centren posteriormente en adelgazar esas zonas. ¿Es posible perder peso de forma localizada y adelgazar sólo una parte de nuestro cuerpo? Os adelantamos que la respuesta es que no pero, ¿cómo conseguir eliminar esa grasa localizada?
No es posible perder grasa de forma localizada
Esto es algo que debemos tener en cuenta. Perder grasa de una parte concreta del cuerpo no es posible salvo que pasemos por quirófano y nos hagamos una liposucción. Por más que los fabricantes de productos "milagrosos" nos aseguren que vamos a reducir cintura, cadera, muslos o abdomen perdiendo grasa sólo en esas zonas, es mentira.
El proceso de pérdida de grasa es algo global, nuestro cuerpo lo sabe de sobra y a él sólo le va a importar conseguir energía almacenada en forma de grasa sin fijarse si la coge de un sitio u otro. Es más: nuestro cuerpo va a coger esa energía en forma de grasa de todo nuestro cuerpo, como si de un "llamamiento masivo" se tratara.
Primeros pasos para adelgazar
Para adelgazar y perder esos kilos de más que hemos acumulado en un periodo concreto (normalmente suelen ser las navidades y los periodos de vacaciones como el verano o la semana santa), hay una serie de puntos a tener en cuenta para evitar dar al traste con nuestra operación de pérdida de peso:
- En primer lugar, debemos acudir a un profesional. Nada de buscar una dieta milagro, una dieta detox o las recomendaciones de nuestra vecina del tercero. Una dieta debe ser algo totalmente personalizado y adaptado a nuestras circunstancias y estilo de vida, por lo que acudir a un dietista-nutricionista para "configurar" nuestra dieta es el primer paso.
El descanso y la ausencia de estrés son dos factores clave a la hora de perder peso, ya que el estrés aumenta la producción de cortisol y tener unos ciclos de descanso defectuosos provocará que la leptina y la grelina (dos hormonas encargadas de regular la sensación de hambre y saciedad) nos hagan ingerir más comida de la necesaria.
Actividad física: Es recomendable que realicemos actividad física al mismo tiempo que estamos a dieta, ya que de esta forma la pérdida de grasa se verá potenciada y además lograremos una recomposición corporal debido al efecto del ejercicio físico.
Huir de los ambientes obesogénicos: es algo difícil y complicado, pues siempre tenemos ese compromiso social con la familia o los amigos en el que comer sano se antoja complicado. Por ello, recurrir a alimentos a la plancha, evitar en la medida de lo posible las grasas (recordar que no todas las grasas son malas para nuestra salud) y comer porciones pequeñas de cada plato, son algunas de las opciones que tenemos para evitar los excesos.
Así pierde peso tu cuerpo cuando te pones a dieta
¿No os habéis preguntado por qué es en las primeras semanas de nuestra dieta cuando perdemos más peso? La respuesta es sencilla: en esas primeras semanas, nuestro cuerpo ve reducida la ingesta calórica de manera repentina (incluso cuando ésta dentro de los valores normales del 10-20% del total de calorías), y hasta que se acostumbre a esa nueva ingesta, pasará un tiempo en el que perderemos peso de forma más rápida.
Pero esto no quiere decir que pasado ese tiempo dejemos de perder peso, si no que lo iremos perdiendo de forma más pausada. Además, si estamos realizando ejercicio, nuestra musculatura también aumentará, por lo que parte de ese "espacio" liberado por la grasa perdida, será ocupado por masa muscular magra.
Conforme pase el tiempo y vayamos eliminando grasa sobrante, nuestro cuerpo se irá adaptando y se irá reduciendo el margen calórico en el que podemos trabajar. Para entendernos: supongamos que comenzamos nuestra dieta para adelgazar ingiriendo 2000 calorías, cuando nuestro cuerpos necesitaría, por ejemplo, 2200 calorías (este es déficit en torno al 10% aproximadamente). Pasadas unas semanas, nuestro cuerpo estará en un punto en el que necesitará 2000 calorías para su funcionamiento, por lo que deberemos reajustar nuestra dieta para ingerir menos de esas 2000 calorías.
Durante este tiempo, iremos quemando principalmente grasas almacenadas en nuestro cuerpo (la grasa almacenada es energía pura), por que el mejor indicativo del éxito de nuestra dieta estará más en la reducción del volumen corporal que en el numerito que nos marque la báscula.
Un curioso estudio: ¿Dónde va la grasa que perdemos?
En el estudio "When somebody loses weight, where does the fat go?" , Ruben Meerman y Andrew Brown afirmaba, como resumen general del mismo, que la grasa que perdemos es expulsada en forma de dióxido de carbono en su mayoría a través de la respiración.
Perder diez kilos de grasa requiere la inhalación de 29 kilos de oxígeno, y el proceso metabólico completo produce hasta 28 kilos de dióxido de carbono y once kilos de agua.
Así pierde volumen tu cuerpo al hacer ejercicio
Si aparte de seguir un plan de dieta controlado por un profesional, introducimos la práctica de ejercicio físico en nuestro intento por perder peso, las diferencias serán mucho mayores a nuestro favor. El motivo de esto, es que a través de la inclusión del ejercicio físico podemos lograr una recomposición corporal mucho mejor, ya que al tiempo que perdemos grasa, vamos creando masa muscular magra que "ocupa" ese espacio liberado por la quema de grasa.
Como todos sabéis, un kilo de músculo ocupa menos espacio que uno de grasa y, además, necesita o demanda más energía para su "mantenimiento", por lo que cuanto mayor sea nuestro porcentaje de masa muscular magra, menos volumen de grasa tendremos y más energía quemarán nuestros músculos.
¿Y qué courre con la "grasa rebelde" que tan difícil es de eliminar?
Eso que denominamos comúnmente como "grasa rebelde" no son ni más ni menos que las últimas reservas de grasa sobrante de nuestro cuerpo, y es lo que más nos va a costar eliminar, debido a que nuestro intentará por todos los medios no recurrir a ellas para obtener la energía necesaria para mantenerse activo en nuestro día a día.
Llegados a este punto, debemos señalar la importancia de no desmotivarnos si vemos que nos cuesta perder ese último punto de grasa y nos parece que nos estamos estancando. Lo importante es la perseverancia y que todo el proceso esté supervisado por un profesional, ya que en este punto es muy habitual que la desesperación de las personas les lleve a recurrir a dietas milagro o productos de dudosa eficacia (por mucho que lo digan en la tele tienda, hay cosas que es imposible que funcionen)
Bibliografía consultada | When somebody loses weight, where does the fat go? (Ruben Meerman et al, 2014), Metabolism and weight loss: How you burn calories (Mayo Clinic, 2017), Overweight and obesity (CDC, 2017), The 3 Body Types—And How They Affect Your Weight Loss (Stacy Sims, 2016)
Imágenes | iStock
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